POR RICARDO R. ROSA
SANTIAGO.- Por lo menos, una de las ocho personas investigadas sobre el asesinato del empresario Enrique Serrata y su amigo, Alfonso Checo, tendría vinculación con el hecho acaecido la noche del pasado viernes en el barrio Miraflores de esta ciudad. Así lo confió ayer tarde un oficial de la Policía, integrante de uno de los organismos de esa institución que desde el mismo momento en que se produjeron los acontecimientos, participa en las labores de investigación.

“Estamos haciendo énfasis en el interrogatorio de ese sujeto, especialmente porque en los interrogatorios nos ha arrojado evidencias de estar conectado con ese hecho de sangre”, refirió la fuente, que pidió mantener en reserva su identificación.

Ayer, el general Raudo Ramírez Comas, director del Comando Cibao de la Policía, confirmó que ocho personas se encuentran arrestadas y son interrogadas con relación al hecho donde resultaron heridos Nicolás Rodríguez y Francisco Sánchez Núñez, el primero en la pierna derecha y el segundo en el tórax.

El hecho de sangre ocurrió en las instalaciones de una empresa de alquiler de vehículos pesados propiedad de Serrata, localizada en el sector Miraflores.

 Los muertos y heridos, junto a otras personas, participaban de una partida de dominó cuando dos jóvenes, vestidos con ropa escolar y con mochilas, se presentaron sorpresivamente al lugar y, blandiendo dos pistolas nueve milímetros, hicieron varios disparos.

Uno de ellos, de tez oscura, se encargó de accionar su arma contra Serrata, mientras que su acompañante disparó contra los demás, según datos ofrecidos por testigos.

Desde el momento en que se produjo el hecho, el general Ramírez Comas, acompañado del coronel Máximo Báez Aybar, subdirector del departamento de investigaciones criminales, ha estado al frente de las averiguaciones.

El comandante policial pidió a los parientes de las víctimas tener confianza en el trabajo que realizan los organismos policiales, garantizando que, en el menor tiempo posible, darán con los responsables.

Serrata estaba casado con Magaly Bello, con la que procreó a Yaniri,  Katherin, Waldo, Jesús, Arismendi, Miguelina y Janeiro Serrata Bello.

Además del alquiler de vehículos para la construcción, Serrata se dedicaba a hipotecar bienes, armas de fuego y joyas, guardando esas propiedades en la oficina que tenía en la empresa.

Tres días antes de su asesinato, desconocidos penetraron a ese lugar y se llevaron dólares y prendas preciosas valoradas en más de RD$1.0 millón, pero dejaron los documentos, a pesar de que hurgaron en la gaveta donde estaban depositados.