De acuerdo con estadísticas del INEGI en México 25% de los hombres casados son infieles, mientras que 15% de las mujeres lo han sido en algún momento de su vida, fuente externa
De acuerdo con estadísticas del INEGI en México 25 por ciento de los hombres casados son infieles, mientras que 15 por ciento de las mujeres lo han sido en algún momento de su vida; a corto plazo 45 por ciento, y 35 por ciento, respectivamente podrían ser infieles a su pareja. Es por esto que la protagonista de esta historia que nos encontramos en Bustle decidió tener un matrimonio abierto.
«Para mí tener sexo con alguien más no es sinónimo de traición. Y es que ser infieles, ocasionalmente, es parte de nuestra biología» comentó nuestra protagonista.
De hecho, ahora mismo mi matrimonio es más íntimo. Tenemos 4 hijos y profesiones que nos demandan mucho tiempo, así que necesitábamos algunos ingredientes para reactivar la vida erótica en nuestro matrimonio.
Todo comenzó hace un año, cuando mi esposo y yo decidimos tener una aventura. Yo quería tener sexo con otra mujer, algo que no había hecho en mucho tiempo. Platicamos sobre el asunto, y cuando me dio luz verde conocí a una mujer en la web.
Bonni, como yo, estaba casada y era bisexual. Decidimos ir por unos tragos a un bar. Fue atracción instantánea. Después de un rato de beber y coquetear, descubrimos que nuestros esposos estaban cerca de ahí.
Decidimos invitarlos y surgió una amistad inmediata entre los cuatro. No pensé quedar encantada por Bill, el esposo de Bonni, pero él era abierto y apoyaba totalmente la bisexualidad de ella. Tuvimos citas en conjunto fabulosas.
Los compromisos con las familias y el poco tiempo, hicieron que perdiéramos contacto. No obstante, fue una aventura que siempre apreciaré por muchas razones; la principal es que intensificó el amor y la confianza entre mi esposo y yo.
Y es que a medida que exploramos lo que somos y lo que deseamos, la apertura mantiene el misterio vivo entre mi marido y yo.