Tenedores de bonos ven más allá Venezuela y recuperan confianza

Tenedores de bonos ven más allá Venezuela y recuperan confianza

La fabricante chilena de paneles de madera Masisa SA convence a los inversores en bonos de que vean más allá del caos que afecta su actividad en Venezuela.

Los US$300 millones de pagarés de Masisa con vencimiento en 2019 han aumentado 4,2 por ciento desde el 15 de mayo, cuando la compañía dijo que las ganancias del primer trimestre, excluidas las operaciones venezolanas, crecieron 5,4 por ciento, y que había reducido la deuda al nivel más bajo en cuatro años.

Bonos de similar calificación basura de mercados emergentes declinaron un promedio de 1,1 por ciento en el mismo período.

Dado que los ingresos venezolanos se encuentran inmovilizados debido a la escasez de moneda fuerte del país, Masisa depende de crecientes exportaciones a los Estados Unidos para apuntalar sus finanzas.

La vacilante economía venezolana llevó los bonos de la compañía a un bajo nivel récord en diciembre. Masisa obtiene el 35 por ciento del total de sus ingresos en ese país, donde su superficie forestal de 3.240 kilómetros cuadrados (569 millas cuadradas) es mayor que la ciudad de Nueva York.

“Con los resultados del primer trimestre hicieron cierto avance hacia la sostenibilidad”, dijo por teléfono desde Zúrich Cornel Bruhin, un administrador de dinero de MainFirst Schweiz AG.

“Tienen un largo camino por recorrer, pero están trabajando en ello. Están en la senda correcta y algunos inversores están cambiando de opinión”, manifestó.

Eugenio Arteaga, el máximo responsable administrativo y financiero de Masisa, dijo que US$41 millones de reducciones de costos también contribuyeron a impulsar las ganancias.

‘Avanzamos’. “El primer trimestre demostró que avanzamos según lo planeado, y esperamos que esta tendencia se mantenga durante el resto del año”, dijo por teléfono desde Santiago.

Masisa, cuyos paneles de madera se usan en la fabricación de muebles, dijo que las ventas a los Estados Unidos crecieron 71 por ciento en el primer trimestre respecto de igual período del año pasado.

Arteaga dijo que las ganancias de las compañías de Santiago antes de ítems se incrementará otros US$30 millones por año una vez que entre en operaciones una nueva planta en el norte de México en 2016.

De todos modos, Standard Poor’s redujo el mes pasado a negativas las perspectivas de la calificación de Masisa y mencionó el riesgo de una “liquidez más débil”. Da a Masisa una nota de BB-, tres niveles por debajo del grado de inversión.

Los rendimientos de los bonos de Masisa han caído 0,93 puntos porcentuales desde el informe de ganancias del 15 de mayo, a 10,06 por ciento, el nivel más bajo en seis meses, indican datos que recopiló Bloomberg. La compañía vendió los pagarés en mayo de 2015 con un rendimiento de 9,5 por ciento.

La declinación de los rendimientos es un indicio de que los inversores institucionales recuperan la confianza luego de los resultados, según Jaime Achondo, operador jefe de Fynsa International.

“Nos gusta Masisa como opción de riesgo para elevar el rendimiento de nuestra cartera”, dijo Achondo por teléfono desde Santiago de Chile.

 

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