¿Tenemos que soportarlo?

¿Tenemos que soportarlo?

Tiene razón Leonel Fernández en aspirar a que el Partido de la Liberación Dominicana gobierne hasta el año 2040.

El caso de que Leonel Fernández aspire a que el PLD gobierne hasta siempre, tiene tantas justificaciones como jueces corruptos, procuradores fiscales irresponsables y la parte de la sociedad que se deja adormecer y cambia sus derechos por esporádicos o mensuales sobrecitos con migajas.

Tiene razón Leonel Fernández en que quienes llegaron al poder con trajes fiados y calzados incómodos, desplazados en taxis, aspiren a tener el poder o el favor del poder para continuar una vida de ricos que aún no han sabido asimilar, dada la velocidad con que obtuvieron tantisisísimo dinero.

Para mantenerse en el poder basta con copiar, de una y otra forma los métodos empleados por quienes, han sido arquetipos de gobernantes porque supieron mantenerse en el poder, como dijo Juan Bosch, el maestro del Partido de la Liberación Dominicana.

Bosch no supo gobernar, fue derrocado a los siete meses, no se mantuvo en el poder, fue torpe al enfrentar las fuerzas que lo adversaban, pero ese tema no interesa cuando se analiza su efímero paso por el poder.

Leonel Fernández nunca tuvo como ejemplo a Bosch, eligió, desde temprano, a Joaquín Balaguer, que sí supo gobernar porque sí se mantuvo en el poder, sí supo capear los temporales que hubo de enfrentar, sin que importen cuestiones de orden moral..

Hitler, Trujillo, Somoza, Mussolini, no gobernaron para bien de sus países, no respetaban ningún derecho que no fuera el de la fuerza para mantener sojuzgadas sus propias sociedades.

Todos los tiranos y dictadores maniobraron, desde el inicio de sus mandatos, para mantener una apariencia de gobiernos del pueblo mientras mantenían la sartén por el mango.

Todos asaltaron los poderes públicos, de una y otra forma, para fabricar una careta que les permitiera decir que la sociedad estaba debidamente representada y contaba con las garantías, libertades y el debido respeto a sus derechos constitucionales.

Cambiaron constituciones, crearon leyes, se hicieron con el Poder Judicial, maniobraron para tener bajo su dirección el Poder Legislativo.

Luego de tener todos los poderes bajo el brazo comenzaba la jornada de mantener esos poderes en su favor, a como diera lugar.

Era el momento de pensar, maquiavelar, encontrar debilidades, comprometer a hombres y partidos que pudieran adversarlos con posibilidades de triunfo.

Ese panorama de control de todos los poderes se vive hoy en nuestro país y parece como si sólo le importara a unos pocos lo que ocurre.

Ahí es donde entra Miguel Vargas y sus cómplices a obedecer órdenes que afectan los intereses del pueblo y del Partido Revolucionario Dominicano, mediante la traición más visible: la venta de su conciencia. ¿Tenemos que soportarlo?

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