Igualmente, a todo hombre a Tenemos que tomar decisiones y empezar a ser buenos administradores quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios. Eclesiastés 5: 19
Cuando vemos que no somos bendecidos tenemos que detenernos y pedir a Dios discernimiento para ver qué está sucediendo. Esto no quiere decir que Él no está bendiciéndonos, sino que por una mala administración en el uso de nuestros ingresos no podemos ver el milagro financiero.
Dios puede bendecirnos y ese es Su deseo pero, hasta que tomemos el control de nuestros gastos, siempre estaremos viviendo en precariedad. No es un problema del enemigo; es nuestro al no tener dominio para no gastar más de lo que podemos.
Tenemos que tomar decisiones y empezar a ser buenos administradores, sin dejarnos llevar por los deseos de comprar cosas que no son necesarias, sino que son deseos compulsivos para competir o aparentar.
Sabemos que de seguir así las finanzas del Reino no llegarán, porque no sabremos hacer buen uso de ellas. Él da riquezas y bienes a los que Él ha capacitado; esto es, a los que conocen el valor de saber manejar los bienes sin derrochar ni malgastar, porque entienden que su fuente proviene del Cielo, y se le debe honra.