Tener presente al consumidor

Tener presente al consumidor

En materia de combustibles, y a propósito de lo que pretende el Gobierno con el capital accionario de la Refinería, es de orden reclamar que el Estado se ocupe de garantizar que la ampliación de la alianza energética  con Venezuela no conduzca una dependencia absoluta del país a un solo proveedor. Otro objetivo que debería perseguir tal asociación binacional  a través de la venta del 49% de las acciones al Estado Venezolano, sería el de reducir los elevados precios que para la economía registran los derivados del petróleo en estos momentos.

Además de que los dominicanos reciben  gasolinas y gasoil exageradamente gravados por un sistema de tributación que abusa del impuesto regresivo al consumo, la Refinería operada por la Shell estaba guiada por el propósito de lucro que se supone que desapareció. Las operaciones  incluían entonces  la adquisición a conveniencia de esa firma extranjera de productos destilados  en el  mercado spot que además traía en sus propios buques cisterna fijando  la tarifa de fletes. El petróleo es crucial para el país por su inestabilidad y tendencia al alza y por que dependemos totalmente de su importación. Pero también porque es como la sangre que irriga la maquinaria productiva. Casi nada se mueve sin él. No es justo que los precios de los derivados pesen onerosamente sobre la sociedad, por la falta de equidad fiscal.

Delincuentes con paso libre

Sorprende que en un país en el que las autoridades hablan con firmeza  de “tolerancia cero” a la delincuencia, y en el que los abatidos a tiros en supuestos intercambios de disparos crecieron numéricamente más de un cien por ciento en un solo año, haya actividades criminales extendidas que funcionan como si se tratara de empresas “legalmente constituidas”. Es lo que está pasando con el robo de cables y combustibles a empresas telefónicas, eléctricas y de servicios de televisión.

Solo a Codetel, bandas que parecen moverse  muy a sus anchas  por el territorio nacional le sustraen cada año 50 millones de pesos en materiales. Revela la empresa que los ladrones de combustibles operan en camiones especialmente diseñados para facilitar  la sustracción y el acarreo de los líquidos. Cualquiera diría que en este país han faltado escandalosamente los medios y la voluntad para frenar ciertas modalidades del delito.

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