Téngale miedo al Síndrome de Hybris, señor Presidente

Téngale miedo al Síndrome  de Hybris, señor Presidente

José Ramón Hernández, creador de NEDOCA, predicador de “El Mercado Nacional para el Producto Criollo”, fue columnista de fuste. Un antológico artículo suyo, dirigido a Bosch, fue titulado: “¡Téngase miedo, señor Presidente!”
Atacó aspectos esenciales de la Constitución del 1963: educación laica e igualdad de hijos “naturales” y legítimos; así “Bosch legitimaría el amor libre”. Cuestionó el informe que Bosch rindió en Febrero 20, sobre gestiones en el extranjero, como Presidente electo: “… el gobierno elegido por el pueblo…” “… tiene mayoría en las Cámaras y podrá pasar leyes en 72 horas. De manera que…” “…utilizaremos la aplanadora del poder popular para favorecer al pueblo”.
Dicho artículo fue encasillado como parte de la campaña mediática que derrocó a Bosch. Por ello no uso aquel título para este escrito. Preferí enfocarme en el conceptuoso libro de David Owen, “En el Poder y en la Enfermedad” comprado hace tiempo. Regalé copias del mismo, entre otros, a un preciado amigo cuando cumplió 70 años. Como Danilo trabaja tanto, sería plausible que algún colaborador leyera a Owen y, para bien de nosotros, sus gobernados, explicara sucintamente al dignatario, si no lo supiese, lo que es la Hybris.
Owen fue rector universitario, ministro de Sanidad y de Relaciones Exteriores del Laborismo Británico. Siendo político, reputado médico e investigador neurológico-psiquiátrico, desechó el concepto tradicional de megalomanía, abordando la Hybris, que “…no es todavía un término médico”. Explicó que en Grecia: “Un acto de Hybris era aquel en el cual un personaje poderoso, hinchado de desmesurado orgullo y confianza en sí mismo, trataba a los demás con insolencia y desprecio”. Ojalá que Danilo, voluntaria o involuntariamente, no haya sido víctima de la Hybris cuando en “La Entrevista” expresó, al desgaire, que será en marzo que abordará su nueva reelección, sabiendo que está constitucionalmente prohibida.
¿Cómo evoluciona la Hybris ?: “El héroe se gana la gloria y la aclamación al obtener un éxito inusitado contra todo pronóstico. La experiencia se le sube a la cabeza: empieza a tratar a los demás, simples mortales corrientes, con desprecio y desdén, y llega a tener tanta fe en sus propias facultades que empieza a creerse capaz de cualquier cosa. Este exceso de confianza en sí mismo lo lleva a interpretar equivocadamente la realidad que lo rodea y a cometer errores. Al final se lleva su merecido y se encuentra con su Némesis que lo destruye” . “Némesis es el nombre de la diosa del castigo”. El acto de Hybris, del humano creyéndose dios, es castigado por dioses y ciudadanos.
Danilo, ataviado con casco de ODEBRECHT, manejando un “ratón” con impericia, inició la prueba de Punta Catalina, vergonzosamente, con año y medio de atraso. Irracional, poseído por la Hybris intentaría, trastocar su rotundo fracaso en éxito. Afanosamente oculta falencias éticas y astronómicos costos del proyecto que pretendió ser la joya de su corona, “desguañangado” como Titanic, buque insignia suyo con el cual, al mando del timón Danilo ya se hundió, irremisiblemente, como gobernante, ante la Historia. Invisibilizando su fracaso, podría remedar a Gardel: año y medio de atraso no es nada. Acometería plantear tal absurdo en Febrero 27, o cuando Catalina comenzara a evacuar reales 674.78 MW contratados, no falaces 752 MW publicitados. Lo que va viene. Danilo, insinuando, proclamando que año y medio no es nada, induciría a cualquier ciudadano osado, exigirle, impertinentemente, que entregue la Presidencia en Febrero ,con año y medio de anticipación. Personalmente no apoyaría eso.
Indicios incontrovertibles presagian que Danilo, padeciendo la Hybris, pretende manipular cifras, procurando que Punta Catalina resulte artificiosamente de bajo costo, para poder venderla a precio vil, teniendo que violar, impúdicamente, principios contables generalmente aceptados, dictaminando, omnipotentemente, que costos financieros, de asesorías, y otros rubros, definidos como “Owner´sCosts”, que deben sumarse, insalvablemente, a 1,945 millones del EPC, se descarten, a fondo perdido, sin formar parte de los verdaderos Costos de Inversión. Desaguisado equivalente a derogar, por decreto, la Ley de la Gravitación Universal, para prevenir, por razones de estado, que Danilo resbale, caiga, llegue al suelo, por nervioso tropezón, similar al difundido en redes. Dilma fue defenestrada como Presidenta y derrotada como Senadora, por pretender manipular, impunemente, cifras presupuestales. La Némesis, con merecido castigo electoral ciudadano ocurrirá con mayor certeza de lo que Danilo cree.

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