Tengo un temor difuso

Tengo un temor difuso

Nuestra economía pasa por tiempos anormales y casi sin precedentes. Hay tensores externos e internos actuando simultáneamente para crear, de forma acelerada en el país, una fuerte recesión con inflación.

1. Tensores externos

– El mínimo crecimiento de la economía norteamericana, como consecuencia de los efectos de la crisis financiera del año 2008 y 2009, se caracteriza por presentar mutaciones sucesivas.

¿Cuáles son esas mutaciones? la crisis de hipotecas substandard, la del crédito, la bancaria y ahora la de la deuda. Esta es la crisis económica más compleja de la historia por su íntima interconexión con el sistema financiero producto de la globalización y por la existencia de instrumentos financieros exóticos de gran complejidad y dispersión. Asimismo, la economía mundial está enfrentado un desafío inédito: agotó (al enfrentar la crisis del 2008) las opciones fiscales y posee muy poco margen para utilizar los instrumentos monetarios.

– La gravísima crisis de la Zona Euro, la cual podría poner en peligro la estabilidad financiera mundial.

– Una fuerte inflación externa debido al aumento de los precios de los bienes básicos.

2. Tensores internos

– Aumento de los impuestos y de los precios de los servicios públicos deficientes en su mayoría, que la clase media y media baja paga.

– Inflación generada internamente por la imperfección del mercado (somos el país 97 de 139 medido por el Forum Internacional en cuanto a concentración económica); ejemplo, el precios del transporte de cargar,  debido al precio de los carburantes, debió aumentar un 15%  y no 30%.

– Aumento de la tasa de interés.

La situación descrita se agrava por el aumento de la tasa de interés. Todos los países del mundo están bajando drásticamente su tasa de interés: en Estados Unidos la tasa es 0.25 de 1%, la cual ha sido fijada hasta el 2013; en Europa es de 1.5% con tendencia a bajar.

Estos aumentos en la tasa de interés, en condiciones como las actuales, constituyen una acción altamente contraproducente a corto y mediano plazo, a pesar de los ingresos fruto de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estamos convencidos de que si no retornan los intereses, por lo menos, a los niveles de hace seis meses, podríamos tener una fuerte recesión con altos niveles de inflación, afectando de manera importante el nivel de empleo, el consumo, la casi paralización del sector inmobiliario  y, especialmente, al sector productivo.      

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