Tenis comunistas reaparecen en la época ‘hipster’

Tenis comunistas reaparecen en la época ‘hipster’

Habían pasado doce años de la caída del Muro de Berlín cuando Alexander Barré notó que un amigo llevaba unos tenis de la época de su infancia en el antiguo Este comunista. Eran peculiares y parecían listos para renacer como una marca dirigida a los hípsters urbanos.
Sin experiencia en el negocio del calzado, Barré buscó el consejo de un zapatero de 80 años que había trabajado con Puma SE y Adidas AG. «Si tuvieras idea de en qué te estás metiendo, no lo harías», le dijo el hombre.
Barré prosiguió en su empeño con la mezcla de pasión ingenua y entusiasmo puro que exhiben todos los emprendedores cuando se enfrentan al escepticismo inicial y casi obligado de padres, socios, amigos y veteranos de la industria, como el zapatero.
Muchos, la mayoría, terminan en la ruina financiera. Algunos viven para contar la historia de la empresa, aunque generalmente después de innumerables contratiempos.

Barré lidió con proveedores que no cumplieron, materiales dudosos, socios veleidosos, expansión excesiva de la red de tiendas y un robo. «Estábamos absolutamente perdidos», dice. «Durante diez años, cada vez que abría la boca tragaba agua, porque nos estábamos ahogando».

Actualmente, su marca Zeha Berlin Schuh Design GmbH no solo vende calzado deportivo, también zapatos de vestir, calcetines, bolsos y carteras hechas de cuero.
El año pasado, Zeha generó ingresos por aproximadamente 3 millones de euros, empleó a unas 20 personas y registró un negocio en línea que representa el 40 por ciento de las ventas. Barré tiene una tienda pop-up en Londres y planea ingresar a Italia, Escandinavia y Australia; está trabajando en zapatillas de ciclismo en colaboración con los organizadores de un tour ciclista vintage.

En Alemania del Este, Zeha era prácticamente la única zapatilla deportiva disponible, toda vez que marcas como Adidas, Puma y Nike venían del otro lado de la Cortina de Hierro.

La compañía se remonta a 1897, cuando un joven zapatero llamado Carl Häßner comenzó a fabricar zapatos de cuero resistentes a los que llamó Zeha, el sonido de la pronunciación alemana de sus iniciales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la fábrica de Zeha en la pequeña ciudad oriental de Hohenleuben fue parcialmente nacionalizada y comenzó a especializarse en calzado deportivo para escuelas, clubes de fútbol e incluso aspirantes olímpicos en lugares tan lejanos como Canadá, Cuba e Islandia.
En la década de 1950, la empresa cambió su logotipo (cuatro franjas paralelas) a dos líneas dobles en ángulo cuando Adidas se quejó de que era demasiado similar a su logo de tres franjas. El Estado tomó el control de Zeha en 1972.

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