Washington. EFE. El gobernador del estado estadounidense de Tennessee, Bill Haslam, firmó ayer una ley que reintroduce el uso de la silla eléctrica en caso de escasez de inyecciones letales, informaron los medios locales.

En pleno debate nacional sobre los métodos con que se aplica la pena de muerte tras algunas ejecuciones accidentadas, Tennessee se convierte en el primer estado de EE.UU. en dar un paso que ya se había debatido en otros.

La nueva norma obliga a los presos a ser ejecutados en la silla eléctrica si las autoridades penitenciarias del estado no encuentran los medicamentos necesarios.