Lamentablemente las cifras de abuso intrafamiliar han aumentado de forma alarmante, por lo que es importante aprender a identificar cuándo pudiera detonar una de esas bombas, que pueden ocurrir más frecuente de lo que se imagina y hasta en su propia familia. Cuando nos referimos al abuso, se pueden distinguir el físico, emocional, sexual; el abandono y la negligencia que pone en peligro el desarrollo físico o emocional de un niño. Cuando el abuso es físico, se presenta cualquier tipo de lesión corporal ocasionada voluntariamente a un niño o niña por una persona en condiciones superiores; los daños ocasionados en forma accidental se excluyen de este calificativo.
Son considerados como abuso, acciones tales, como agredir con las manos o el puño cerrado o con algún instrumento, patear, pellizcar, morder, sacudir o lanzar físicamente al pequeño contra el suelo o la pared, quemar partes de su cuerpo, o cualquier tipo de tortura. El maltrato puede ser cometido por el padre, la madre o por ambos que independientemente de género, edad, credo político, religioso, preparación académica o clase social maltratan en forma severa a sus hijos para someterlos a obediencia y disciplina.
Los agresores pueden ser personas diversas con o sin preparación profesional, un maestro, el vecino, etc. La mayoría de las personas que maltratan han aprendido, y creen, que la violencia y el castigo son las formas correctas para educar y aprender. El castigo tiene como inconveniente generar estados de tensión, repudio, rebeldía, inhibición y malestar generalizado ante el agente castigador. El maltrato puede ser cometido por el padre, la madre o ambos, independientemente de género, edad, creencia religiosa, política, nivel académico o clase social La acción de maltrato es con el objetivo de que los obedezcan.
Importante
Consecuencias psicológicas
Inseguridad, baja autoestima, depresiones leves o severas que pueden encaminar al suicidio, timidez extrema, conductas antisociales, disminución de la capacidad para aprender, freno de la sensibilidad.
¿Dónde llamar?
A la procuraduría General al 809-533-3522, email: Info@procuraduria.gov.do; ellos le remitirán al departamento correspondiente.