Por Anna Jiménez
Imagine que es lunes por la mañana, suena el despertador, pero usted no quiere ni mover un dedo, no existe el más mínimo deseo de ir al trabajo. El día está lleno de actividades, con reuniones continuas toda la mañana. Por la tarde debe preparar su próximo viaje de negocios, dictar varias cartas a su asistente administrativo y leer decenas de mensajes electrónicos, y ni siquiera sabe si podrá almorzar.

Pensando en todo esto, se siente tan tenso que comienza a considerar si debe tomarse el día por enfermedad.

La tensión laboral consiste en una serie de respuestas físicas y emocionales dañinas que tienen lugar cuando las exigencias de un puesto de trabajo no concuerdan con las capacidades, recursos o necesidades del trabajador.

Las consecuencias de este tipo de tensión son serias. Varios estudios han revelado que la tensión laboral aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, trastornos psicológicos y otros problemas de salud. Además, deteriora la apariencia física.

Las señales de tensión laboral varían de persona a persona, dependiendo de la duración de los agentes estresantes y de la intensidad de la tensión, aunque entre sus síntomas figuran:

Insomnio
Pérdida de concentración mental
Ausentismo
Depresión
Cólera o frustración extrema
Enfermedades físicas

Asimismo, dichas tensiones son provocadas por diversos factores existentes en el centro de trabajo. Entre los más comunes están los siguientes:

Inseguridad en el puesto
Ajuste a la cultura del centro de trabajo
Acoso mental, físico o sexual

Para preservar su salud, es importante que trate de reducir la tensión en el centro de trabajo. A continuación, algunos consejos para lograrlo:

En casa

Resulta difícil concentrarse en el trabajo cuando apenas se pueden mantener los ojos abiertos, por lo que es necesario dormir de siete a ocho horas diarias. ¿No tiene tiempo? Incluya más descanso en su agitada vida:

a) Váyase a dormir de 10 a 15 minutos más temprano

b) Mantenga un horario de sueño consistente, incluso en vacaciones y fines de semana.

c)   Comience el día con un desayuno saludable y que le dé energía. Si no tiene mucho tiempo, llévese un yogur, frutas y otros alimentos para comerlos mientras trabaja.

d)   Probablemente le resulte difícil programar ejercicios en su día, pero es una posibilidad que mitiga la tensión. Participe de alguna forma de ejercicio para obtener un impulso extra de energía. Pruebe con actividades como yoga, aeróbicos o ejercítese en un gimnasio.

e)   No fume, beba ni abuse de otras sustancias para reducir la tensión. Con eso sólo logrará empeorar su situación.

f)   Busque la forma de relajación que más le convenga. Llame a un amigo por teléfono, escuche música suave. Si dedica tiempo a actividades placenteras, contribuirá a la reducción de sus niveles de tensión.

En el trabajo

Tal vez le parezca una técnica, pero la aromaterapia puede reducir la tensión. Use aceites calmantes con perfume de rosa, lavanda o nuez moscada para pulsar los puntos conducentes a una sensación de tranquilidad.

Siéntese derecho y cómodamente. Pruebe tomando y soltando el aire para relajar nervios y músculos.

Estimule a sus colegas y al personal de recursos humanos para dedicar tiempo a celebrar logros comunes. Organice una fiesta o vaya a celebrar con unos tragos el cumpleaños de un compañero o compañera de trabajo.

Tómese un descanso. Trate de tomarse esa hora o media hora de almuerzo. Si no puede hacerlo, los pequeños recesos pueden hacer maravillas. Dé un breve paseo por la oficina o en el exterior.

Incremente su consumo de agua y no se exceda con la cafeína, pues al final sólo conseguirá ser presa de un ataque de agotamiento.

Si aún sigue sufriendo de tensión crónica, agotamiento mental o físico y otras sensaciones que se mantienen inalterables, consulte a un profesional de la salud, quien se encargará de darle el tratamiento adecuado.

Si usted esta tenso, también sus sentidos están tensos. Si permanece relajado sus sentidos estarán mas receptivos para obtener los mejores resultados. Apegarnos a emociones negativas son una de las causas principales del estrés. La tensión produce bloqueos en el flujo de energía, y ello de acuerdo a la medicina tradicional china trae aparejado el desequilibrio en los órganos internos. No podemos negar estas emociones, pero si podemos conducirlas para que no provoquen inconvenientes en nuestra salud.

La práctica del Tai Chi Chuan enseña a relajarse desde el movimiento, porque su concepción se basa en que la vida es constante cambio y mutación. Ayuda a equilibrar la energía vital y logra un estado de armonía interna que se traduce luego en el accionar cotidiano. Pero también nos da herramientas básicas para manejarnos mientras cursamos el aprendizaje de las mismas.

Otras formas de conducir mejor nuestra energía y estar más relajados

Estírese cuanto pueda al levantarse por la mañana.

Simplemente camine. Camine por el placer de caminar durante media hora todos los días. Puede optar por quince minutos por la mañana y quince por la tarde o noche. Mientras lo hace observe todo a su alrededor, personas, paisaje y descubrirá nuevos detalles cada día. Elija la marcha que desee y disfrútela.

Exhale, exhale, exhale: Inhale suave y profundamente y al exhalar hágalo largamente. Suelte el aire en lo posible emitiendo el sonido SSSSS… en cada exhalación, realícelo dos o tres veces hasta que sienta su cuerpo relajado.

Sonría a sus ojos, SI…cierre sus párpados e imagínese que sus ojos sonríen, todo su cuerpo se lo agradecerá.

Muchos dirán no tengo el tiempo para realizarlo.

Opciones:

Bájese del colectivo unas cuadras antes de llegar a su trabajo o a su casa y camine.

Levántese y exhale largamente mientras prepara su desayuno.

Sentado en el transporte cierre sus ojos e imagine una sonrisa.

La tensión es uno de los obstáculos para vivir saludablemente, es por ello que debemos encontrar nuevos caminos para conducirla a la relajación. Una mente en paz es difícil de desequilibrar. Esto es importante en la vida diaria, en el deporte competitivo, en sus negocios; entonces… relájese diariamente.