Teóloga evangélica critica a su iglesia por alejarse de los pobres

Teóloga evangélica critica a su iglesia por alejarse de los pobres

La pastora Susana Sánchez al considerar de trascendental importancia la conmemoración de la Semana Santa por los cristianos de todo el mundo, criticó a la Iglesia Evangélica Protestante porque, a su juicio, no sale de las cuatro paredes y se encuentra en un iglesiocentrismo de cómodas congregaciones, con aires acondicionados y buenos anfiteatros, mientras a su alrededor hay niñas embarazadas, jóvenes que consumen drogas, inseguridad ciudadana y otros males sociales.
La reverenda Sánchez, directora de la Escuela de Teología de la Universidad Nacional Evangélica (Unev) invita a los cristianos a aprovechar este período de la Semana Mayor para hacerse una introspección de cómo se están dando a los demás, tras señalar que el sentido del evangelio es de entrega, de donación.
Asegura que los evangélicos protestantes o llamados cristianos no ven la realidad que afecta a los otros porque siempre están mirando para el cielo.
“El cristiano tiene que tener un pie en la iglesia y su corazón en el cielo, están desafiados a ser la iglesia del camino, la iglesia que va a buscar el 30 por ciento de adolescentes embarazadas, de niños que vienen de hogares destruidos, de violencia. Otro problema es que la iglesia tiene que asumir su papel, hay dos millones de mujeres solteras”, manifestó al ser entrevistada en su oficina de la Unev.
Cuestiona a su iglesia. Se pregunta ¿qué hace la iglesia con esas mujeres con hogares de donde salen los delincuentes?”, al considerar que el problema está en la familia “y la iglesia tiene el desafío de ser el camino, de buscar al leproso, a la viuda, al huérfano, al abandonado que fue lo que Jesús le enseñó, el evangelio es compasión”.
Entiende que la iglesia prepara su maleta para ir al cielo, cuando debe entender que tiene un papel social, porque hay un trecho entre la venida del señor y su quehacer.
Es de opinión que la iglesia evade su responsabilidad. “Dizque hay unos dos millones entre cristianos y evangélicos, que este es un país confesante y sin embargo la inseguridad ciudadana, la violencia y una se pregunta ¿qué hace la iglesia?”, señaló.
Manifestó que Jesús llama a negarse a si mismo, significa dejar de ser egocéntrico, egoísta, y buscar la manera de darse a los demás, “pero muchas veces las gentes van a Jesucristo y no se dan, gentes que están en la iglesia convencidas pero no convertidas”.
La Semana Santa. Sobre el significado de la conmemoración de la Semana Santa, Sánchez, también psicóloga social considera que en ese período para todos los cristianos en el mundo entero se celebra la fe cristiana.
Señala que hay eventos que son importantes que empieza con la pasión, porque a Jesús hay que verlo antes de la cruz, caminando en Nazaret con los pobres, los marginados, con los niños, las mujeres y los leprosos.
También, dice, hay que ver a Jesús en la cruz no como un masoquista que se entrega al sufrimiento sino como la entrega de amor, redentor por la humanidad y después al resucitado, glorificado, dejando la enseñanza que antes de llegar a la resurrección hay que pasar por la cruz y el sufrimiento.
Entiende que si se ve la resurrección desde la perspectiva de la República Dominicana hay que decir que para llegar ahí las personas se deben donar y entregar con servicio compasivo hacia los demás.
“Muchas gentes quieren celebrar la resurrección pero no quieren cruz, hoy tenemos un problema muy grande, se predica un evangelio de la prosperidad, un evangelio light, un evangelio sin sufrimiento, la gente va bonita a la iglesia, adora y solamente ve a ese Jesús resucitado pero no lo ve antes, el que que tuvo que caminar en Galilea y tuvo que morir en la cruz del calvario”, expresó
Los evangélicos celebran el Jueves Santo como un tiempo de retiro en las iglesias para pensar en ese Cristo que se donó y que se entregó.
El viernes en todas las iglesias cristianas del mundo se predica el sermón de las siete palabras de Jesús en la cruz. El Sábado Santo es un día de meditación, de reposo, de reflexión y el domingo es la gran fiesta porque Jesús ha resucitado de entre los muertos.

 

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