Termina plazo para desarme en Haití

Termina plazo para desarme en Haití

PUERTO PRINCIPE (AP).- Un plazo para el desarme transcurrió el miércoles sin que se cumpliera y el gobierno haitiano, respaldado por Estados Unidos, sigue enfrascado en una lucha por el poder con rebeldes no dispuestos a desarmarse desde que derrocaron al presidente Jean-Bertrand Aristide en febrero.

   La policía y funcionarios del gobierno fijaron ese plazo hace dos meses para que los rebeldes, ex soldados y partidarios de Aristide depusieran sus armas sin peligro de ser arrestados.

   Pero el plazo se tornó irrelevante por un acuerdo de términos imprecisos firmado el fin de semana que dispone más diálogo. Los rebeldes, que incluyen ex soldados que derrocaron a Aristide por primera vez en un golpe en 1991, se han manifestado cada vez con mayor insistencia.

   Los ex soldados dicen que Aristide los desbandó ilegalmente y que les deben sueldos atrasados y empleos. Agregan que no se desarmarán hasta que se cumplan sus demandas, cuestión conflictiva con la policía que trata de mantener una frágil paz.

   «No podemos ceder nuestras armas y creo que el gobierno lo comprende»»»», dijo Remissainthe Ravix, ex coronel del ejército haitiano que comanda a los rebeldes, algunos de los cuales han ocupado una estación de policía en la ciudad sureña de Petit Goave.

   El gobierno haitiano no explicó su aparente retroceso. El plazo estipulado en una carta con fecha del 8 de julio lleva la firma del primer ministro interino Gerard Latortue.

   «El 15 de septiembre no es una fecha final»»»», dijo Jean-Robert Saget, un vocero de Latortue. «El primer ministro ha hallado una solución amigable (con los ex militares), que consiste en negociaciones»»»».

   Bandas de rebeldes y ex soldados lanzaron en febrero una rebelión de tres semanas que concluyó con la salida de Aristide el 29 de febrero y la llegada de una fuerza de mantenimiento de paz encabezada por Estados Unidos, que luego fue reemplazada por 3.000 efectivos de las Naciones Unidas conducidos por fuerzas brasileñas.

   Pese a la presencia internacional, los rebeldes y ex soldados se han negado a abandonar las estaciones policiales en varios puntos del país, diciendo que hasta que el gobierno reponga a los militares y que la policía incorpore más reclutas se les necesita para estabilizar el país.

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