Por ROBERTO CANDIA
IQUIQUE, Chile (AP) _ Al menos once muertos confirmados, unos 200 heridos y cientos de damnificados que perdieron sus viviendas dejó el terremoto que el lunes en la noche asoló una extensa zona poco poblada del norte chileno.

Debido a que la zona del epicentro del sismo de 7,9 grados en la escala de Richter al interior de Iquique es escasamente poblada, no se registró una mayor cantidad de víctimas.

La décima víctima identificada fue un bebé de 9 meses que murió aplastado por el derrumbe de su casa en el pequeño poblado de campesinos indígenas de Sibaya, en la precordillera de los Andes.

El vicepresidente Francisco Vidal, quien reemplaza al presidente Ricardo Lagos de gira por Europa, viajó temprano el martes a Iquique junto a varios ministros para dirigir las operaciones. Lagos, a su vez, suspendió la gira por tres países europeos y comenzó el retorno desde Suecia para llegar a la medianoche a esta ciudad, a 1.800 kilómetros al norte de Santiago.

El epicentro de sismo fue localizado a 110 kilómetros de Iquique, en pleno desierto de Atacama que se extiende por 1.400 kilómetros desde Arica por el norte hasta Copiapó, en el sur.

En Iquique murieron seis integrantes de una familia, que fueron sepultados por un alud de piedras y tierra. El grupo había acudido a orar junto a una ermita que recuerda el lugar donde murió un familiar. Un sobreviviente contó que vio venir el alud de enormes rocas, que aplastó a la familia sin que pudieran escapar.

En Iquique el sismo –a las 18.44 (22.44 gmt)– tuvo una intensidad de 7 grados en la escala Mercalli y causó destrozos en viviendas y en las instalaciones portuarias. Los expertos dijeron que el fuerte temblor fue «excepcionalmente largo», de unos tres minutos.

Las otras cuatro muertes confirmadas se ubican en pequeñas localidades del interior. El Vicepresidente Vidal dijo que «claramente la zona más afectada está al interior».

Vidal se disponía a viajar desde Iquique hasta la localidad de Huara, de unos 2.000 habitantes, donde el 60% de las viviendas está en el suelo. Allí perecieron dos personas y otras dos resultaron heridas.

La Oficina Nacional de Emergencia del gobierno, Onemi, confirmó la mañana del martes diez víctimas, 200 heridos y cientos de damnificados.

En pequeñas localidades del interior se estima que el 80% de las viviendas de barro fueron arrasadas por la intensidad del sismo.

Los caminos se encuentran cortados por derrumbes y helicópteros militares se dirigieron a las zonas afectadas para evaluar la situación, aunque en la mayoría de los casos se tenía comunicación radial desde Iquique, la capital regional, con los poblados del interior.

Además de socorrer a las víctimas, auxiliar a los heridos y damnificados, la preocupación el martes de las autoridades era restablecer el suministro de luz y agua, que fueron interrumpidos por el sismo. En Iquique, Arica y otras localidades más pobladas el suministro eléctrico prácticamente se había restablecido, pero el problema subsistía en pueblos pequeños.

El gobierno envió el martes un avión transporte con 15 toneladas de elementos para auxiliar a los damnificados, que se encuentran albergados en escuelas, que por su construcción más sólida no cayeron con la violencia del sismo.

Una de las minas de cobre cercanas a Iquique, el yacimiento de Cerro Colorado, suspendió sus actividades a causa del temblor.