KUWAIT (AP).- Los estados del Golfo Pérsico deben comprometerse a aplicar medidas «regionales e internacionales» para combatir el terrorismo, exhortó el domingo el primer ministro de Kuwait en su discurso inaugural de la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo.

La cumbre de dos días se concentrará sobre terrorismo y la reforma de programas educativos a fin de contrarrestar el extremismo islámico.

En los últimos 14 meses, atacantes suicidas han provocado explosiones en cuatro complejos de vivienda en Riad, la capital saudí, que provocaron 52 muertes y más de un centenar de heridos. En Kuwait, atacantes islámicos mataron a dos estadounidenses, un infante de marina y un civil, desde octubre del 2002.

«La propagación del fenómeno del terrorismo en algunos países de nuestra área debe ser considerada como uno de los mayores peligros y retos que nuestra región y el mundo enfrentan», dijo el primer ministro kuwaití, el jeque Sabah Al Ahmed Al Sabah, en su discurso de inauguración.

«Esto requiere de esfuerzos regionales e internacionales a fin de enfrentarlo», agregó el jeque Sabah.

Asimismo se abordarán asuntos sobre la integración económica y la introducción de una moneda y un mercado comunes.

Arabia Saudí, los Emiratos Arabes, Katar, Omán y Bahrein forman el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), una alianza política y económica.

Los ministros del Interior del CCG elaboraron un proyecto de acuerdo para combatir el terrorismo, que se prevé será aprobado por los líderes.

Sectores liberales de Kuwait señalan que, de la manera en que se enseña religión en las escuelas se colocan las semillas de violencia e intolerancia en la mente de los jóvenes. Algunos intelectuales saudíes han afirmado lo mismo después que se supo que 15 de los 19 secuestradores que participaron en los ataques del 11 de septiembre eran saudíes.

Señalan que los libros de texto tienen que ser modificados a fin de retirar la retórica de odio contra los no musulmanes.

El jeque Sabah dijo que su país «sigue con atención» la situación en Irak y la captura del ex dictador Saddam Hussein por las fuerzas estadounidenses.

«Esperemos que éste sea el comienzo de una nueva etapa en la que el hermano pueblo iraquí pueda reconstruir su país», dijo el jeque Sabah.

En 1990, las tropas iraquíes invadieron Kuwait y ocuparon el país por siete meses hasta que las fuerzas de la coalición liberaron el territorio en la Guerra del Golfo Pérsico.

El sultán Kabus, de Omán, el rey Fahd de Arabia Saudí y el presidente de los Emiratos Arabes, el jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, no asistieron a la cumbre.

Los jefes de estado saudí y de los emiratos raramente participan en cumbres debido a su avanzada edad.

El príncipe heredero Abdalá asiste en representación del rey Fahd, mientras que el vicepresidente de los Emiratos Arabes, el jeque Maktoum Bin Rashed Al Maktoum, reemplaza a jeque Zayed, y el viceprimer ministro de Omán, Fahd bin Mahmoud Al Saíd encabeza la delegación de su país.