Testigo

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El regreso de Dimanchy

Nueve años después su partida hacia un autoexilio que lo dejó marcado para el resto de su vida, el otrora popular merenguero Dimanchy regresó al país y prepara un debut con el que pretende retomar el trabajo que dejó trunco en 1995.

Con escepticismo recibimos la noticia de que en uno de los tantos estudios de grabación diseminados en la ciudad capital el intérprete ensayaba, nos dispusimos a localizarlo hasta que escuchamos su inconfundible voz a través del hilo telefónico.

Aceptó gustoso a conversar no sin antes solicitarnos que diéramos prioridad a la nueva oportunidad que se le presenta de relanzar su agrupación, con la que buscará borrar tantos años perdidos y retomar una carrera que hoy no pinta tan prometedora.

Nos aseguró que está listo para echar la pelea. Con ese propósito ensaya los temas de su viejo repertorio que lo posicionaron como uno de los merengueros más populares para entonces y otros nuevos que dará a conocer oportunamente cuando relance su carrera.

Dimanchy está en el país desde finales del pasado año. No le interesa hablar del pasado, porque, según afirma, ya demostró su inocencia y no pretende abrir viejas heridas.

El merenguero que residió en Estados Unidos todos estos años, asegura que «gracias a Dios todo se aclaró» y del hecho que se le imputaba sólo queda el sabor amargo de haber tomado una mala decisión al salir del país antes de enfrentarse al cuestionamiento de la justicia.

Parco al responder cada pregunta que implique tocar el tema de su inesperada salida hacia territorio norteamericano, refiere que lo más importante es que ya todo está solucionado.

Un poco de historia

En mayo de 1995 la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) informó del hallazgo de un contrabando de 195 kilos de cocaína pura introducido al país en latas de salsa de tomate, que sería enviado a los Estados Unidos y cuyo destino final era la ciudad de Nueva York.

El expediente contenía fuertes acusaciones contra el intérprete que popularizó las frases «coge brisa» y «vete pa’España», sindicándolo como uno de los responsables principales, junto a otras personas, del tráfico internacional de los 195 kilos de droga.

El artista no enfrentó las acusaciones en su contra y salió al extranjero en el mejor momento de su carrera, convirtiéndose desde entonces en prófugo de la justicia dominicana.

Muchas conjeturas se tejieron sobre el verdadero paradero de Dimanchy. Unos decían que se encontraba en España, otros en Puerto Rico y los más, en la ciudad de Nueva York.

Desde su salida, los organismos de seguridad del Estado, apostados en los puertos y aeropuertos del país se mantenían vigilantes para en caso de una posible entrada del merenguero a territorio dominicano proceder a detenerlo.

En 2002 nosotros regresábamos al país desde los Estados Unidos, junto a Frederick Martínez «El Pachá», y un oficial del Departamento de Migración del Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez, nos invitó a pasar a su oficina para que identificáramos a un pasajero que se suponía era Dimanchy. Tenían a la persona equivocada.

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aybarjo@hotmail.com

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