Testimonios desgarradores dan cuentan de las últimas palabras de Manuel Andrés Lora, una de las víctimas del terremoto que destruyó toda la infraestructura de Haití y ocasionó miles de muertes.
Lora estuvo con vida tres días, debajo de los escombros del edificio donde funcionaba la compañía constructora Muñoz y Fondeur, en la cual se desempeñaba como contador.
Mantuvo comunicación por teléfono con sus familiares e informó que no sentía una de sus piernas, pero que me la corten si yo puedo seguir viviendo, un testimonio recibido por su padre, Ludovino Lora
De acuerdo con narraciones de sus familiares, Lora estuvo con vida hasta la madrugada del jueves, pero que unas de las réplicas del terremoto provocó más derrumbes en la edificación y ante las dificultades para poder llegar hasta el lugar resultó imposible rescatarlo. Se hicieron todos los esfuerzos, uno de los ingenieros prácticamente improvisó una carretera para poder llegar al edificio colapsado, explicaron.
En medio de los sollozos, don Ludovino Lora, se resiste a admitir la realidad sobre la muerte de su hijo, de quien dice se preocupaba por ayudar a todos sus familiares.
Los restos de Lora, fueron velados en la capilla La Paz de la Funeraria Blandino, de la avenida Sabana Larga, en el municipio Santo Domingo Este y fueron sepultados en el Cementerio Cristo Salvador.
El cortejo fúnebre salió de la funeraria a las 2:30 de la tarde para hacer una parada en la residencia de la familia, en el sector de Los Tres Brazos.
Compañeros de trabajo en la oficina de Santo Domingo, amigos, compañeros de estudios de sus hijos y vecinos asistieron a las honras fúnebres.
Modesta Primitivo, esposa de Lora, recibía las condolencias de familiares y amigos, sin parar de llorar a pesar de habérsele suministrado medicamentos, se encontraba en estado de desesperación, lamentando que quedaría sola con sus dos hijos.
Sobrevivientes. Oscar Pérez y Pérez, otro dominicano. encargado de asfalto de la empresa en Haití, se salvó porque al momento del terremoto estaba fuera de las oficinas, explicó que el ingeniero Guillermo Peña; el administrador, a quien identificó como el señor Bolívar, y dos haitianos quedaron aplastados por los escombros.
Yo me siento muy mal, se acabó la empresa y murieron todos los jefes, expresó. JCE dispone
La Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral (JCE) autorizó a la Delegación de Defunciones del Distrito Nacional y a las Oficialías del Estado Civil, recibir las defunciones de los dominicanos y extranjeros que se encontraban en tránsito en Haití y que fallecieron a causa del terremoto que cobró miles de vida y provocó innumerables daños materiales en el vecino país. La disposición establece que las actas de defunciones instrumentadas conforme a esta disposición quedarán exentas de procedimiento de ratificación previsto en el artículo 41 de la ley 659.