Testimonios de recuperación

Testimonios de recuperación

MANUEL A. FERMÍN
Fracasados vaticinadores de desastres y voces agoreras se han dedicado en cuerpo y alma a difundir en el territorio nacional las calamidades y sacudidas que sufriría la economía del país. Afortunadamente el comportamiento económico los ha dejado solo con un aluvión de malos deseos. Después de una gestión demencial que desquició las finanzas públicas, convertida la Hacienda en una buitrera; un festín de despojos, porque parecía como si el país no diera más, hoy apreciamos una rápida recuperación de la economía. Del Banco Central nos dicen que esto es posible “gracias a la confianza de los diferentes agentes económicos y a la coordinación en la ejecución de las políticas monetaria y fiscal”.

¿Podría el pueblo dominicano hablar de retractación, después de presenciar la ruina de sus sueños en cuatro años y poder compararlos con la realidad de la hora? Es verdad que el azar dirige las alternativas de la vida pública en nuestro país; sin embargo, después de tanto meter gato por liebre, de venderle humo al pueblo y de vivir en constante fraude, es difícil que la conciencia de la nación pose su cabeza en “almohada de grapas” nuevamente validando a fracasados.

Sé que hay “nombres engañados”, y lo reflejan las encuestas, que atrapados en el desempleo que no es obra de este gobierno que lo encontró dimensionado un 5% ó 6% más que en el 2000 seguirán pregonando que la “cosa” no ha cambiado; que no hay dinero en la calle (¿?); que los precios no bajan a pesar de bajar y estabilizar el dólar, y nada más falso pretender hacer valer tan liviano argumento. Veamos estas cifras: el consumo de huevos ha subido de 90 unidades/años/por persona a 110 y 115 en la actualidad; pero, ¿se han importado huevos? No, la producción nacional creció este año de 90 millones de unidades por mes a 130 millones. ¿Influyó en los precios al consumidor?: el precio del huevo bajó de 5 y 6 pesos la unidad a 3 pesos la unidad y hasta menos, pues se ha ofertado el cartón de 30 unidades a RD$60.00 pesos. Esto no es acomodamiento de cifras sino la verdad “monda y lironda”.

¿Qué ha pasado con el pollo?: de 9 millones de pollos por mes la producción se ha elevado a 15 millones, bajando los costos de producción, y por ende, los precios en granjas y a nivel del consumidor, reflejándose una baja desde 39.45 pesos por libra 20.25 pesos por libra. Este comportamiento es posible por la estabilidad en los niveles de inflación y el tipo de cambio.

La inflación acumulada en el primer semestre de este año es de 0.82%, menor al 31.9% alcanzando en igual período del año anterior. De aquí que los precios se han ido adecuando como se aprecia no solo en el pollo y los huevos sino en la carne de res, en el cerdo, en los víveres, el arroz, en la adquisición de viviendas, vehículos, no obstante la imponderable subida de precios del petróleo y sus derivados, que son un fuerte componente del aparato productivo nacional.

 Recorriendo campos y ciudades de la República encontraremos escenas lamentables, principalmente en la infraestructura vial, pero deberá entenderse como fueron vaporizados los recursos de los peajes empeñados al Banco de Reservas para pagar acreencias de dudosa ejecución. Es innegable que deberá llegar la mejoría, retardada por los fuertes compromisos contraídos con el FMI, los tenedores de bonos y “siete mil vírgenes” a quienes la República le fue hipotecada, pero debemos esperar.

Este primer año de trabajo serio y constante entre sector público y privado, sin púas ni vituperio contra los que vienen luchando para rescatar una nación barrida desde sus entrañas, depredada y entrada en saco y bóveda por una manga voraz de vividores, será la verdadera raya que trazó Pizarro de Oriente  a Poniente para separar a útiles e inútiles para la República.

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