Las autoridades policiales de Texas admitieron este viernes que tomaron una «decisión equivocada» al retrasar su ingreso en el aula de la escuela de Uvalde en la que el martes un joven de 18 años armado mató a 19 niños y dos maestras.
Casi 20 policías esperaron durante 40 minutos en un pasillo fuera del aula en la que se atrincheró el atacante Salvador Ramos, incluso cuando se hicieron llamadas de pánico desde la escuela pidiendo que los agentes intervinieran.
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«Fue la decisión equivocada. Punto», dijo este viernes Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, en conferencia de prensa.
McCraw dijo a los periodistas que 19 agentes estaban dentro de la escuela y el policía al mando había decidido que la situación no requería el protocolo de tirador activo, por lo que no hicieron ningún esfuerzo por ingresar.
La demora en la respuesta, ahora confirmada en un nuevo cronograma del accionar difundido por las autoridades, planteó aún más preguntas sobre por qué Ramos estuvo tanto tiempo dentro de la escuela antes de que un equipo táctico dirigido por agentes fronterizos de EE.UU. -y no policías locales- lo mataran.
El joven armado chocó su auto cerca de la escuela alrededor de las 11:30 hora local, dijo McCraw, y entró poco después, pero no fue hasta las 12:51 que una unidad táctica abrió la puerta, entró y lo mató.
Pensaron que «ningún niño estaba en riesgo» en ese momento y que «había tiempo» para obtener las llaves del aula del conserje de la escuela.
«En retrospectiva, donde estoy sentado ahora, por supuesto que no fue la decisión correcta. Fue la decisión equivocada. No hay excusa para eso», dijo McCraw.
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«Si pensara que ayuda, me disculparía», dijo McCraw.
Advertencias previas
Durante el ataque, se cree que Ramos disparó cientos de balas a las aulas mientras caminaba alrededor del edificio buscando entrar.
Después de que lo mataron, la policía encontró hasta 1.657 cartuchos en su poder.
Más tarde comprobaron que había advertido de algunas de sus acciones en mensajes privados a un amigo de Facebook.
Según McCraw, el sospechoso le había pedido a su hermana que le comprara un arma en septiembre pasado, pero «ella se negó rotundamente».
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En un grupo de chat privado con cuatro personas en Instagram, habló sobre la compra de un arma e hizo preguntas al respecto.
Un usuario respondió: «¿Vas a disparar contra una escuela o algo así?».
«No, y deja de hacer preguntas tontas y ya verás», fue la respuesta.