(En el Otoño de 1931, en la Revista Sur, JL. Borges hizo dos versiones al castellano de dos poemas de Langston Hughes, el primero «Yo También» el segundo El Negro habla de Ríos)[1]

Bien, en el artículo anterior sobre Claude Mckay, no había espacio para continuar la búsqueda y llegar al fenómeno de Harlem, como una expresión esencial para impulsar una creciente corriente crítica afroamericana sobre la cultura y la nación norteamericana, por eso este fenómeno aún es digno de estudio, porque en sus raíces estuvieron figuras que luego marcarían la propia historia del jazz, esa será la última entrega, mientras tanto, vayamos a Harlem.

IDEOLOGIA, VISION CRÍTICA Y CON GRAN SABOR A FIESTA: Welcome To Harlem

Me parece escuchar la gran orquesta de Cab Calloway. Ritmos agitados y soberbias mulatas y negras con cuerpos de espasmos, adornadas con velámenes de telas ripiadas, girando en los escenarios con el frenesí propio, de quien por gozar, su fe por Dios no la pierde en una noche, amen.

¿Pero dónde está situado Harlem en lo que se pudiera llamar una medida urbana histórica y justa?…

Si la cartografía urbana sigue siendo la misma y las demoliciones no han alterado lo que todos en su memoria tienen, Harlem se encontraría circunscripto a esta denominación, aunque en ocasiones se dice que incluye a todo el alto Manhattan, tradicionalmente Harlem limita por el sur en East 96th Street, desde la senda de las vías del tren que emerge del túnel bajo Park Avenue, y al lado de Central Park, al Oeste por Morningside Heights, en125th Street hasta el río Hudson, por el norte en 155th Street, y por el este con el río East. Si así fuere hablamos de esto:
En aquel entorno, se creó un ensayo social que ha generado una bibliografía espectacular, que ha generado, repito, un memorial de visiones e ideas que son estudiadas aún. Al margen de la cultura producida como una ebullición de autorreafirmación afromericana, había en aquel Harlem una forma social de vida que indicaba los estándares de vida a los que los negros afroamericanos aspiraban : existía una clase media intelectual comprometida con su historia y su trascendencia, sin pensar en aquellos años, los veintes del siglo XX, todo el camino que había que recorrer hasta llegar a las leyes de los derechos civiles de Kennedy y Johnson, hacia la década del 60.

Lo que se valora de todo aquel periodo fue el ensayo del todo aquel potencial intelectual expresado de modo positivamente explosivo y no el de un modelo de vida social para los afromericanos, negados rotundamente por el poder de turno.

HARLEM SHADOW, EL POEMA GUÍA DE CLAUDE MCKAY.

Pues bien, en ese espacio entre 1920 hasta finales de la década del siglo XX, se produjeron ideas, ebulliciones culturales que muchos años después todavía laten en la historia y en el debate actual de la situación de los afroamericanos en los Estados Unidos de América.

¿Quiénes producen el Renacimiento de Harlem y le dan una sustancia ideológica al movimiento?…

Aquellos personajes insignes que tenían un nivel intelectual alto, y que al mismo tiempo producía admiración en los sectores blancos intelectuales del momento, que sin su colaboración solidaria, la difusión de magnificas obras literarias que despuntaban en aquel momento, no hubieran tenido difusión, me refiero a las tres obras a quienes se les reconoce iniciar dicho movimiento de resistencia cultura, la primera de esas sobras de la autoría de Claude Mckay: Harlem Shadow.
¿Por qué esta obra es clave para que se diga que Claude Mckay es pionero del Renacimiento de Harlem? Porque su contenido habla de cosas concretas, pide cosas concretas y pone en evidencia a la sociedad norteamericana de entonces.
Porque supuso la colaboración de un escritor blanco y radical como Max Eastman, quien junto a otros escritores blancos de la época había incluido este movimiento entre sus causas a defender. A pesar de que el poema que da título a la obra es triste, en cierta manera un lamento :

«Oigo los pasos detenidos de una muchacha
En el Negro Harlem cuando la noche se deja caer.

En su velo. Veo las formas de las chicas que pasan

Para doblar y en el trueque el llamado del deseo.

Ah, niñas oscuras que en los pies calzados con medias zapatillas van rondando toda la noche de calle en calle! «.

Nocturnidad taciturna que anuncia lo lúdico y que al final del poema Claude

Mackay, narra con tristeza, lamento y vergüenza:

» Ah, severo mundo duro, que en la forma miserable

De la pobreza, el deshonor y la vergüenza,Has empujado a los pequeños pies tímidos de la arcilla,
Los pies marrones sagrados de mi raza caída! «…

Hoy día es uno de sus poemas más famoso, junto al libro que lo cobija como una reliquia de aquel Harlem revuelto entre música y danzas hasta el amanecer.

THE NEW NEGRO MANIFESTO Y LAS FOTOS DE JAMES VAN DER ZEE.
James Van Der Zee nació en Lenox, Massachusetts, pero había cultivado el amor por Harlem. El encuentro de Van der Zee con Alain Locke hizo posible esa summa de poesía, ensayos, textos, artículos, prosa y manifiesto que luego se llamará The New Negro, bautizada por el propio Locke en su ensayo prólogo en 1925. Las ideas contenidas en dicha antología, anunciaban con preclaridad criterios y conceptos de ideas intelectuales destinadas a ser la estirpe de pensamientos hacia un futuro más preciso y de mejor proyección ideológica en las luchas de los afromericanos por su espacio social en América, pero el núcleo y la automirada de dignidad estaba en ese manifiesto llamado entonces The New Negro, que acompañado con las fotos de James Van Der Zee, un fotografo memorial de Harlem y todo New York en la primera mitad del siglo XX, era el libro perfecto para dejar una memoria que hoy estudiamos con admiración y respeto. (CFE)

[1] Jorge Luis Borges, premio Nobel de la inteligencia y el corazón, dedicó comentarios elogiosos a los escritores afroamericanos que habían salido del Harlem Reinassance. Tuvo una relación espistolar con el poeta Langston Hughes, a quien tradujo varias veces.