THE NEW YORK TIMES
Estrategia radical de Hamas; participar en elección

THE NEW YORK TIMES <BR>Estrategia radical de Hamas; participar en elección

POR STEVEN ERLANGER
RAMALLAH, Cisjordania.- Los palestinos iniciaron la era política posterior a Yasser Arafat de forma modesta, votando para elegir concejos municipales en 26 ciudades y localidades cisjordanas. Los resultados de estas elecciones locales son mixtos, y no son una buena guía para la votación en la elección programada para el próximo domingo del presidente de la Autoridad Palestina.

Sin embargo, estas elecciones municipales, las primeras desde 1976, podrían marcar un importante punto de transición: el inicio de la actividad política de parte del grupo islámico radical Hamas, que está compitiendo por votos como otras facciones, aun cuando continúa su guerra contra Israel.

Esto, a su vez, pudiera ser el inicio tentativo de una política palestina normalizada, en vez de la violencia revolucionaria y teológicamente motivada de la intifada.

«Este en un paso en el proceso de la transformación de Hamas en una parte legítima de la vida política palestina», dijo Danny Rubinstein, el analista árabe de Haaretz, el diario israelí.

Después de la muerte de Arafat, dijo Rubinstein, Hamas ve ventajas en «demostrar la unidad del pueblo palestino».

Los principales ganadores en las elecciones hasta ahora son realmente las familias, clanes y tribus palestinas prominentes que en gran medida controlan cada localidad, dijo Khalil Shikaki, director del Centro Palestino para Investigación Política y de Sondeos.

Ehud Yaari, analista árabe del Canal 2 de Israel, estuvo de acuerdo.

«Las elecciones municipales se realizan sobre la base de una familia o tribu, como quiera que quiera llamarle», dijo Yaari. «La gente vota sobre intereses locales. Quieren estar representados en los concejos locales para proteger a sus vecindarios».

De hecho, dijo Shikaki, ni Fatah ni Hamas querían arriesgar demasiado capital político en estas contiendas locales, cuando aún están por venir las elecciones presidenciales y legislativas.

Ambos grupos, dijo, «se mostraron renuentes a entrar en la contienda desnudos y someterse a una verdadera prueba, de manera que permitieron que la gente participara como quisiera».

Hamas, que había sacado fuerza de su oposición a la corrupción de la Autoridad Palestina que marcó los últimos años de Arafat, había tenido buenos resultados en elecciones cerradas, para concejos universitarios, grupos sindicales y organizaciones no gubernamentales. Pero se mostró cauteloso en su ingreso a las elecciones generales.

«Fue la primera vez que Hamas ha tenido que participar en una contienda a nivel público, en el cual participaron decenas de miles de personas», dijo Shikaki.

Fatah, que había sido dirigido por Arafat, también estaba preocupado, al tener que enfrentar por primera vez una oposición real. Así que al final ambas partes encontraron preferible simplemente decirse favorecidos por los resultados. Hamas reclamó algunas victorias importantes, mientras que Fatah dijo que sus fieles dominaron los resultados.

Finalmente, sin embargo, las propias elecciones, que fueron sólo renuentemente aceptadas por Arafat, importaron más que los nombres de los ganadores y los perdedores. Fueron notables por su alta participación de votantes – 81 por ciento de los registrados para votar realmente lo hicieron – y por su imparcialidad y apertura general, todo lo cual pudiera ser un indicio de que el pueblo palestino ahora está viendo con cierta esperanza hacia la política normal como el camino a seguir.

Shikaki dijo que sus sondeos mostraron que los palestinos están más esperanzados ahora que en cualquier momento de los últimos cuatro años, lo cual pudiera beneficiar indirectamente a Fatah y su candidato presidencial, Mahmoud Abbas.

La votación, dijo, es parte de «un aumento del optimismo, las expectativas son muy altas, y eso ayuda a Abu Mazen», como se conoce a Abbas.

Abbas, por su parte, ha sido cuidadoso al hablar de manera incluyente sobre Hamas.

En su primer discurso de campaña, el 25 de diciembre, llamó a un cese al fuego contra Israel, pero también rechazó las demandas israelíes de actuar contra Hamas y la Jihad Islámica. «Nos dijeron que tenemos que erradicarlos», dijo Abbas. «No los erradicaremos. Nos dijeron que tenemos que combatirlos. No los combatiremos. Son parte de nuestro pueblo, y los incluiremos».

Por ello la participación de Hamas en estas elecciones locales es en sí misma una victoria para Fatah y la política palestina.

Hamas se opone a la Autoridad Palestina, porque fue un fruto de las negociaciones de paz de Oslo con Israel. En realidad, Hamas ha llamado a un boicot de las elecciones presidenciales el próximo domingo, pero dice que participará en elecciones legislativas programadas tentativamente para mayo.

Esta será la primera votación para una legislatura palestina desde 1996. Hamas boicoteó esa elección también porque la legislatura también fue fruto de Oslo. Por ello está en marcha un movimiento de los frentes y facciones revolucionarios hacia los partidos políticos.

Estas elecciones municipales, aunque incompletas, son un primer paso en esa larga travesía política para los palestinos.

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