“Si no aprendes cuando enseñas, nada sabes”
Píndaro acompaña a Herminio en los escalones frontales de su residencia… Ambos aprovechan la media tarde para solearse y ponerse al día con la pandemia… ¡Herminio se muestra sobresaltado y se levanta de un tirón!… Píndaro no vacila en increparle: “¿Qué has visto que has dado este salto? ¡El almuerzo te va a caer mal!” –le reprocha-…“¡Acompáñame, Píndaro!” -le grita, mientras le agarra del brazo izquierdo y caminan juntos escalones abajo por la serpenteante escalinata…
Herminio ha visto que, de un mediano vehículo gris, ha emergido un señor de tamaño mediano cuya calvicie le recuerda la suya… Mientras camina hacia él, este se le pierde detrás de su verja mientras de la parte más baja de una de sus columnas aparece furtivamente una mano, escondiendo un pequeño corazón… Sin perder un segundo, Herminio extiende su mano derecha y agarra la del extraño… “¡Soy yo, Herminio!” –grita el visitante-… Píndaro, que tiene una memoria increíble, hace una inmediata aclaración: “¡Herminio, es Thimo!”…
Luego de retirar su mano, Herminio exclama: “¡Thimo Pimentel!… ¿Y qué haces tú a escondidas en la verja de mi casa a las 3:40 de la tarde?”… Una risa de alegría brota de este como respuesta… “¡Pasa!, ¡Pasa!” –exclama Píndaro, mientras ahora los tres ascienden a la casa para sentarse en el banco de hierro que fue diseñado y construido en Santiago para la entrada de la casa-.
“Estoy en mi proceso de colocar una de mis piezas para seguirle dando vigencia a mi Arte Furtivo… Cada vez observo, y aprendo a ver más y mejor… Desde el 2012 estoy dando vida a una visión de calidad, y al mismo tiempo hacer crecer al ‘adicthimo’… De esta forma, aprendo a ver -como nunca antes- el entorno…”.
“¿Y en qué consiste ese ‘tu Arte Furtivo’?” –cuestiona Herminio-… “Motivo a ejercitar la mente y memoria a través de hilar pistas y llegar a conclusiones, cosa que hago observando como nunca mi entorno; investigando mi cultura y la mundial… ¡Lle gar al lugar mentalmente es un reto maravilloso!” –exclama Thimo con orgullo, mientras agrega-, “¿Alguna vez has pensado como piensa el otro? En el Arte Furtivo tendrás que esforzarte en determinar cómo piensa el artista, como persona… como educador”.
“Provoco la interactuación familiar -señala-… El debate sobre los posibles lugares donde pueda estar la pieza, la interpretación del juego de palabras enviado por las redes… Disfruto el provocar sacar ese espíritu competitivo que casi todos llevamos dentro… Considero un logro el incentivar al publico a llegar a los lugares y buscar , observar, meditar, razonar…. y, finalmente: ¡encontrar! compartiendo y aprendiendo de los que más saben”.
“¿Y qué razones tienes para crear este movimiento artístico tan del patio?” –pregunta Herminio-… “Sobran las razones para amar una búsqueda furtiva de mis obras –responde emocionado, de inmediato-… “No han faltado situaciones curiosas durante las búsquedas… Si no aprendes cuando enseñas, nada sabes… Ocurrió con un cilindro colocado sobre los restos del barco The Hickory, en La Caleta… Un buzo, que sospechaba de la ubicación, le pidió a un amigo que lo acompañara a buscar la obra… Resultó que el segundo la encontró y no quiso entregársela al primero… En otra ocasión, la obra a encontrar –la más difícil de todas-, estaba envuelta y tirada en un solar de Punta Cana… Tras dos meses en los cuales nadie dio con su paradero, me vi obligado a dar las coordenadas de su ubicación… Además del reto intelectual, el distribuir las obras me conllevó un gran reto físico, pues algunos lugares son de difícil acceso, o cuentan con vigilancia en la noche o la madrugada, momentos preferidos para colocar las piezas sin ser visto” –exclama lleno de satisfacción-.
“El primer cometido logrado es el gustazo que yo me he dado… he vuelto a jugar como un niño, juego a esconder cosas para que otros las encuentren… Ya son más de 700 piezas que el Arte Furtivo ha colocado gratuitamente por todo el territorio nacional, y desde el Yucayeque hasta la pirámide de Tehoticuacán, Panamá, la Habana, Barcelona, Paris hasta llegar a la Muralla China” –expresa Thimo-… “¿Qué técnica usas en la preparación de ellas?”- le preguntan-… “La piezas han sido hechas por la técnica japonesa del Rakú, otras utilizando óxidos metálicos, y unas pocas como los Guanin XTR en técnicas místicas… ¡Todas son firmadas por mi!” –nos dice-…
“¿Y qué es lo que más disfrutas de tu Arte Furtivo?”- cuestiona Píndaro-… “¡Cada pieza encontrada pasa a ser propiedad tangible de quien la encuentra! –expresa feliz el artista Thimo Pimentel.