POR MARGARITA QUIROZ
El aguacate es uno de los frutos que el dominicano espera con más ansias, pues su rico e inconfundible sabor es capaz de conquistar el paladar del más exigente comensal. Actualmente estamos en “tiempo” de aguacate y quienes deseen degustarlo no tienen que ir muy lejos, ya que aparte de conseguirlo en ventorrillos, mercados y supermercados, el amante de este fruto lo puede comprar en cualquier esquina de las principales avenidas de la capital.

El aguacate es un fruto de origen tropical y está disponible durante todo el año gracias a las nuevas técnicas agrícolas, pese a que por lo general esta producción no es de tan buena calidad, sí se habla con relación a la temporada.

 Es uno de los frutos que más fibra dietética contiene, ya que contiene 60% más de potasio que un plátano mediano.

Contrario a lo que piensan algunas personas, por la calidad de su grasa su consumo está especialmente recomendado en dietas de control de colesterol, aunque debido a su elevado aporte calórico se debe cuidar especialmente la cantidad a consumir.

Posee un alto contenido de pro vitamina A, vitamina E y ciertas vitaminas hidrosolubles del grupo B, como la B6 o Piridoxina, importante para el funcionamiento del sistema nervioso.

Aporta una baja cantidad de hidratos de carbono y de proteínas. En cuanto a la grasa que contiene, ésta es mayoritariamente monoinsaturada; el 72% del total de grasas es ácido oleico, característico del aceite de oliva. Asimismo es rico en minerales como el potasio, el magnesio y pobre en sodio. También tiene mucha glutamina, que es un antioxidante que sirve para capturar radicales libres que pueden dañar nuestro organismo.

Es uno de los frutos que aportan más ideas a la hora de cocinar. Con el se pueden preparar batidos, ensaladas, relleno, sándwich y el famoso guacamole, conocido en todo el mundo como una de las recetas más degustadas dentro de la cocina mexicana.

Forma de consumo

Se emplea más como una hortaliza que como una fruta. Carece de sabor dulce, lo que le permite combinar adecuadamente con numerosos platos. También, en algunas culturas gastronómicas lo consumen ligeramente cocido y en puré. La pulpa del aguacate se emplea frecuentemente como si fuera mantequilla, una vez machacada y aliñada con limón y aceite. El guacamole es una preparación a base de la pulpa de aguacate machacada, a la que le añaden pimientos, cebollas, especias, tomate y zumo de limón. También se elaboran zumos y sopas de aguacate. Cuando se elaboran platos a base de aguacates, no se puede olvidar que la sal debe echarse en el momento de ir a comerlos, pues si se pone con anticipación hará que los aguacates se mareen.

El aguacate, aliado del corazón

La grasa del aguacate contiene ácido oleico, un tipo de grasa que ayuda a reducir los niveles de colesterol. Debido a que el aguacate contiene muchas grasas insaturadas, ayuda a eliminar o regular el nivel de colesterol en la sangre, favorece la formación del colesterol bueno llamado HDL, y se encarga de transportar el colesterol al hígado, para desde ahí eliminarlo a través de las bilis que es expulsada al aparato digestivo.

Fortalece los huesos, mejora la visión, evita la formación de gases intestinales y tiene efectos beneficiosos en resfriados, catarros, jaquecas, neuralgias.

Externamente se emplea su aceite para afecciones reumáticas y los dolores de la gota. Estimula el apetito, tonifica el sistema nervioso, regula la menstruación y alivia la tos.

Esta planta se cultiva en climas cálidos o templados y con frecuencia se usa la cáscara de la semilla, la del fruto o las hojas en un preparado que se toma en ayunas durante tres o cuatro días para expulsar parásitos intestinales. En problemas ginecológicos, cólicos menstruales, para facilitar el parto y aumentar la leche materna, se recomienda el cocimiento de las hojas. Proviene de un árbol que alcanza 20 metros de altura, de tronco grueso y con hojas alargadas que terminan en punta.

La versatilidad del aguacate

Para elegir un buen aguacate es importante tener presente que la piel no presente ningún tipo de defecto como manchas, puntos negros o signos de excesiva maduración. No se debe tocar la fruta para comprobar su grado de madurez, ya que se puede deteriorar. Se sabe que está maduro si al sacudirlo se nota que la semilla se mueve.

 Si no está del todo maduro, se debe dejar a temperatura ambiente durante el tiempo necesario, 1-3 días. Su proceso de maduración puede acelerarse si se envuelve en papel periódico junto con una manzana o un plátano. Nunca se debe intentar madurar aguacates por medio del calor directo, ya que se estropean rápidamente y toman un sabor muy amargo. Para detener su maduración cuando ya está listo para su consumo, se ha de guardar en la parte menos fría de la nevera, ya que no soporta las temperaturas muy bajas. Si al consumirlo sólo empleamos una mitad, la mitad que sobra se puede conservar en óptimas condiciones para el día siguiente dejándole el hueso, rociada con limón, en la nevera y protegida con papel film. Si se quiere congelar, hay que extraer la pulpa, aplastarla bien y mezclarla con un poco de zumo de limón.

Por la belleza

Su popularidad se debe no sólo porque es consumido en ensaladas o en batidas, el aguacate es empleado también para hacer faciales que limpian la piel, la nutran y la libran de toda resequedad.

El aguacate tiene unas excelentes cualidades de penetración y contiene vitaminas A, D y E, así como minerales, potasio y sulfuro. Para limpiar y darle un buen tono al cutis nada mejor que usar una buena máscara a base de esa fruta, sobre todo si se prepara con aguacate natural.

El origen de las máscaras de aguacate se remonta a la época de los incas que hacían una pasta con la masa, la aplicaban al rostro, la dejaban en él y luego la retiraban, permitiendo que el cutis, especialmente los de piel muy seca, absorbieran la humedad y el aceite del fruto, que tiene un contenido del 20% de grasa.

Historia

El aguacate es originario de México, Colombia y Venezuela. Los primeros españoles que llegaron a América bautizaron a este fruto con el nombre de “pera de las Indias”, dada su semejanza externa con las peras españolas.

Tiene forma de pera, corteza gruesa y dura, y su pulpa es de consistencia mantecosa, con un sabor que recuerda al de la nuez. En su interior contiene una única semilla redondeada de color pardo claro y 2-4 cm de longitud, que aparece recubierta de una delgada capa leñosa. El peso normal oscila entre 200-400 g, aunque los hay de hasta 2 Kg.

Su nombre científico es Persea Americana. y pertenece a la familia de las lauráceas (Lauraceae), que abarca plantas leñosas productoras de esencias que crecen en regiones cálidas. El laurel, el alcanfor y la canela pertenecen a su misma familia.

Recetas

Guacamole

Ingredientes:

Un aguacate mediano

1/2 cebolla

Jugo de limón

Un tomate

Un diente de ajo

Sal al gusto

Tabasco,  pimienta o chile

Aceite de oliva

Preparación:

Pelar los tomates y sacar las semillas. Pelar el aguacate y sacar la pulpa; picar la cebolla y poner todos los ingredientes en el procesador. Si desea añada dos cucharas de mayonesa antes de servir.

Ensalada de aguacate con tomate

Ingredientes

Un aguacate

Un tomate

Dos ajíes morrones (uno verde y otro rojo)

Una lata mediana de hongos

Sal al gusto

Preparación:

Corte el aguacate en cuatro y luego proceda a picar en cubos pequeños el tomate, los hongos y los ajíes. Aderece y colóquelo encima de las cuatro tajadas. Esta ensalada la puede acompañar con el aderezo de su preferencia.