Una vez acabadas las fiestas de diciembre, es necesario recoger los adornos propios de la época y guardarlos en un lugar que permita que se mantengan intactos para la próxima Navidad.

Aunque el entusiasmo no suele ser el mismo que cuando se colocan los adornos, es necesario hacerlo, ya que esta tarea debe ser impostergable si desea mantener sus adornos en buen estado.

Para evitar que los adornos se rompan o pierdan su esplendor, es necesario guardarlos con cuidado y de ser posible, de una manera individual.

¿Cómo guardar las bolas navideñas? Las bolas suelen ser muy delicadas, por lo que se recomienda envolverlas en papel blanco, o papel seda (no es adecuado utilizar periódico, porque podría mancharlas).

Figuras pequeñas. Lo ideal es guardarlas de una en una para evitar que se rompan o pierdan las pinturas. Procure amortiguar posibles caídas al colocarlas en la caja o donde vaya a guardarlas. Una idea es colocar papel periódico arrugado.

Las luces. Estas pueden poner en jaque a más de una persona a la hora de guardarlas.
Para evitar que se enreden cuando las quite, procure guardarlas en el empaque original de compra. Si cuando las colocó tiró el empaque a la basura, también puede enrollar los cables alrededor de un tubo de cartón, como el de papel de cocina, o bien utilizar una percha o trozo de cartón resistente e ir enrollándolos.

Una vez resuelto el problema del cableado, procure separarlas por área (sala, patio, terraza…) y según su exposición (de exterior o interior).

Árbol de Navidad. Una vez quitados todos los adornos, se deben plegar una por una todas las ramas.

Si no se pueden doblar, usted puede optar por amarrarlas con una liga o atarlas con alguna cinta.

Para protegerlo del polvo puede utilizar papel o goma espuma.

En cuanto a las patas o la base del árbol de Navidad, verifique si se puede plegar para que el árbol ocupe menos espacio y no tenga que dejarlas en su forma habitual.
Otra idea es tratar de colocar su árbol en una caja grande o funda de plástico y poner encima las ramas del mismo.