Dice la Vicepresidenta de la República, para todo el que quiera creerle, que es tiempo de nuevos liderazgos en el PLD, y que el país ya está listo para que lo gobierne una mujer. Entrevistada en la ciudad de Nueva York luego de participar en la reunión de los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la doctora Margarita Cedeño recordó que, tal y como ha señalado el expresidente Leonel Fernández, el PLD es una fábrica de presidentes, y que “hay otras generaciones que también estamos esperando para asumir…” Sus declaraciones provocaron el previsible alboroto en el país político, y hasta darían espacio a una amplia discusión, que probablemente no terminaría nunca, sobre si es verdad que la democracia dominicana está lista para que gobierne una mujer. Pero cuando uno mira hacia el PLD, donde danilistas y leonelistas se pelean como perros y gatos por la candidatura presidencial del 2020, tiene que concluir, necesariamente, que por lo menos en el partido de gobierno esa posibilidad se ve todavía demasiado lejos. Además de que la doctora Cedeño, que a estas alturas no puede permitirse el lujo de la ingenuidad política, debe saber muy bien que lo de la “fábrica de presidentes”, aunque lo diga su querido esposo, es un cuento que no se lo cree ni el propio Leonel Fernández, quien con su incansable apego a la silla de alfileres, no obstante haber gobernado durante tres períodos, se encarga de desmentirlo. Desde luego, siempre existe la posibilidad de que las circunstancias obliguen a que los dos principales líderes del PLD, para evitar la división y la consecuente pérdida del poder que ha hecho ricos tanto a leonelistas como a danilistas, se pongan de acuerdo para cederle el paso a otro candidato o candidata. Estoy entre los que cree que la Vicepresidenta es, por mucho, su mejor carta, y ya lo confirmarán las encuestas. Siempre y cuando la cúpula peledeísta, donde los machistas leninistas y misóginos confesos son mayoría, la deje pasar.