¿Tiene futuro la ciudad de Santo Domingo?

¿Tiene futuro la ciudad de Santo Domingo?

RAFAEL ACEVEDO
La reciente publicación de the Gallup World Poll, una encuesta anual realizada en 130 países, que abarca una serie de temas, medidos en base a un grupo de indicadores de desarrollo económico y social, así como de actitudes hacia el medio ambiente, y otras manifestaciones socioculturales; constituye un verdadero hito en cuanto a las posibilidades que tienen los pueblos y sus élites dirigenciales de conocer cuáles son las cosas que verdaderamente importan a la hora de tomar decisiones colectivas en relación con el destino de las naciones y del planeta.

El hallazgo más importante de dicha encuesta, según lo destaca Jim Clifton, el presidente de La Organización Gallup, es que el desarrollo de los países, en términos de su Producto Interno Bruto,  es principalmente un resultado de las ganancias y pérdidas en el flujo migratorio de cerebros.

El “brain gain” (ganancia de cerebros) de los Estados Unidos, dice Clifton, es una de las razones principales para que dicho país creciera  US$10 trillones americanos más de lo esperado en los últimos 25 años.

Otro hallazgo de gran interés del Estudio, fue la alta correlación que existe entre una serie de indicadores de calidad de vida, medio-ambiente, cultura y tolerancia étnica,  con la atracción de gente inteligente, creativa y emprendedora, hacia determinadas ciudades y países.

Los países con mejores oportunidades y condiciones de vida serán los seguros ganadores de la lucha por la supervivencia y la hegemonía en este planeta.

A la luz de estos hechos científicos, es importante y oportuno preguntarnos cómo “ranquean” el país y nuestras ciudades en cuanto a la capacidad de atraer y desarrollar cerebros. No hay duda de que las condiciones naturales y ubicación geográfica atraen capitales y personas que buscan desarrollarse y hasta refugiarse de las manos fiscales de sus países de origen.

Pero tengo serias dudas de que esta media isla sea el ideal para jóvenes  talentosos de otras latitudes que deseen vivir  de un trabajo honesto y promisorio, y disfrutar de un ambiente  espacial y culturalmente agradable y estimulante.

La ciudad de Santo domingo, por ejemplo, es, vivencialmente, una de las ciudades menos amigables de la región, y hay demasiados  jóvenes que no se sienten apegados y comprometidos con el país: Uno de sus temas más recurrentes, son sus deseos y planes de emigrar.

De esto, como diría el padre Avelino, volveremos a hablar.

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