¡Tiene pimienta!

¡Tiene pimienta!

La pimienta es la reina de las especias y la más consumida en el mundo. Es un condimento de gran sabor y cierto grado de picor, que se ha usado durante siglos, y que en un tiempo, debido a ser un producto muy caro y de gran valor, fue utilizado como moneda de cambio. ¿Se imagina utilizando pepitas de pimienta como moneda? Bueno, según los historiadores en el pasado fue así. Era muy probablemente difícil de pensar en ese entonces que hoy sería un ingrediente muy común- e indispensable en la cocina.

La ruta de la pimienta. La pimienta es originaria de la India, lugar desde el que durante la Edad Media se exportaba hacia Europa todo tipo de especias altamente codiciadas, siendo una de ellas la pimienta. Pero como la “Ruta de las especias” estaba controlada por el Imperio Otomano alrededor de los años 1400, los navegantes de la época trataron de buscar nuevos caminos hacia los tan preciados condimentos… y ya sabemos el resto de la historia que protagoniza el “Almirante de la Mar Océana”. Más atrás en el tiempo se cree que el primero en introducir la pimienta en Europa fue geógrafo griego llamado Eudoxo de Cíquico (el primer navegante griego en viajar a la India).

La planta que produce la pimienta es la “Piper nigrum”, que en latín equivaldría a “pigmento de color negro”. El fruto de esta planta consiste en unas pequeñas esferas de unos 5 milímetros, que es lo que conocemos como pimienta, que varían según su maduración entre el verde, el negro y el blanco, siendo la más madura de ellas la pimienta blanca, la cual se vende sin cáscara y con un sabor más suave que la negra.
El sabor picante de la pimienta, viene de un compuesto conocido como piperina, diferente al que se encuentra en los ajíes (capsaicina) o el ajo (alicina). Su cáscara también posee diversos componentes que le dan su aroma característico.

Otros datos sobre la pimienta. Una de las cosas más agradables de saber acerca de este condimento es que es muy nutritivo. Por solo mencionar algunas de sus propiedades, la pimienta negra es rica en magnesio, hierro, calcio y vitamina K. También potasio y fibra, además de otras vitaminas y minerales en una menor proporción. Algo que le conviene sabes es que conserva mejor su olor y sabor si la compra en grano y se muele justo antes de usar; tampoco es bueno exponerla mucho a la luz del sol. Acerca de la afinidad de este condimento con los platos de todas las regiones, formas y colores, poco hace falta para decir. La pimienta admite casi toda clase de productos y recetas salados (la malagueta o “pimienta guayabita”, se parece mucho pero no pertenece a la misma familia): carnes, embutidos, salsas escabeches y hasta un sencillo omelette.
Aquí traemos una receta súper fácil de “Salsa a la pimienta”, un buen acompañante de carnes rojas como solomillo y los “entrecots”, a la que también se le pueden añadir un poco de oporto y coñac.

Para finalizar, no está de más de decir que, en definitiva, todo sabe mejor cuando tiene pimienta… Está fuera de discusión: ¡un poco de sal y pimienta son las mejores armas de todo cocinero!

 

receta
Salsa a la pimienta

1 cucharada sopera de mantequilla
200 ml de nata.
1 cucharada de postre de caldo de carne
Pimienta verde y negra
Preparación. Ponemos en una sartén la mantequilla y la dejamos hasta que se derrita. Le agregamos una cucharada de pimienta y dejamos durante un par de minutos, luego añadimos la nata y la cucharada de caldo de carne concentrado. Dejamos cocinar unos cinco minutos más, y listo. En caso de que lo necesite, afinamos el grado de sal.

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