¿Tiene tanto poder el PLD?

¿Tiene tanto poder el PLD?

Los resultados de la recién encuesta Gallup-HOY indican que el Gobierno va por mal camino, la economía no alienta, muchos peledeístas no saben quién debe ser el candidato presidencial en el 2020, y la aprobación de la gestión del presidente Danilo Medina va en declive (por primera vez se colocó en esa encuesta en menos de 50%).
Luis Abinader, por el contrario, se ve favorecido. Encabeza por mucho la intención de votos entre los perremeístas, y en la población en general, puntea por encima de Danilo y Leonel medidos de manera grupal. Sin duda, a simple vista, es un cuadro favorable para el PRM.
Los críticos del PLD que se colocan en el pesimismo enfatizan que, a pesar de esos números favorables para la oposición, el PLD se quedará en el poder porque controla todas las instituciones del Estado y el presupuesto nacional. Ahí termina la alegría de esos oposicionistas.
Los críticos del PLD que enarbolan el optimismo opinan que el Gobierno y el PLD se resquebrajan y el cambio está cerca. Ahí sustentan su alegría.
Los defensores del Gobierno dicen que la Gallup-HOY es antigobiernista, y, por tanto, no es creíble. Enfatizan las ejecutorias del Gobierno como muestra irrefutable de que el país va por buen camino, y con eso se contentan.
Todas estas narrativas políticas circulan a diario en los medios de comunicación, en las redes sociales, y en las conversaciones de la ciudadanía. Pero todas pierden de vista un factor clave. La política es una lucha de poder y el futuro está determinado por la acción conjunta de todas las fuerzas en conflicto. La fortaleza de una es magnificada por la debilidad de otra, y así sucesivamente; y los caminos no son lineales.
Los 16 años consecutivos que lleva el PLD en el poder son una fuente de debilidad para el Gobierno. La gente se cansa de las mismas caras, marca indeleble del PLD que poco cambia. El cansancio seríaya suficientepara producir un cambio.
Pero ¡ah!, el PLD ha estado en el poder por tantos años no simplemente porque controla todas las instituciones ni porque controla el presupuesto (eso ayuda muchísimo, pero no es suficiente), sino porque la oposición se autodestruyó. Léase bien, se autodestruyó; no la destruyó el PLD. Las sentencias amañadas fueron una consecuencia, no una causa de la destrucción.
¿Por qué se autodestruyó la oposición? Porque el caudillismo de poco monto en el PRSC y el PRD puso a los principales dirigentes en disputas irremediables y llevó a varias divisiones.
En vez de fortalecer sus partidos después de la muerte de Balaguer y Peña Gómez, los reformistas y perredeístas se enfrascaron en luchas internas personalistas, y distintos bandos decidieron ser beneficiarios del Estado vía alianzas formales o informales con el PLD. De esas alianzas clientelares ha vivido casi toda la clase política dominicana desde el año 2004. Calcularon: mejor pájaro en manos que cien volando.
Sin oposición, el PLD ha gobernado a sus anchas; con todo el presupuesto nacional y el control de las instituciones del Estado.
¿Hasta cuándo? Hasta que el PLD también colapse. Para eso necesitará un factor de choque como una crisis económica, o una fuerza opositora que, de repente y rápido, motive una mayoría de la ciudadanía a sacarlo del poder (y eso necesita políticos de gran carisma que lo motorice).
El PLD estará en el poder hasta que aparezca esa fuerza arrolladora que lo disminuya; y como esa fuerza aún no está articulada, no puede medirla ninguna encuesta.

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