¿Tienen las dominicanas razones para celebrar el 8 de marzo?

¿Tienen las dominicanas razones para celebrar el 8 de marzo?

La celebración del Día Internacional de la Mujer fue acogida por las Naciones Unidas (ONU), en 1977, y «encuentra sus orígenes en las manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos«.

Así explica la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Tecnología (UNESCO) el origen de esta conmemoración, aunque también agrega que de todas las fechas importantes que han marcado los primeros años de lucha por la emancipación de las mujeres, ninguna coincide con el ocho de Marzo.

La organización internacional reseña que tras la Segunda Guerra Mundial, el ocho de marzo comenzó a celebrarse en muchos países, incluso antes de ser reconocido por la ONU, como Día Internacional de la Mujer.

Sin embargo, ONU Mujeres señala que la celebración de esta fecha ocurrió en 1975, Año Internacional de la Mujer. También afirma que el Día Internacional de la Mujer surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XX en América del Norte y Europa.

Su historia. «Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual», precisa una publicación que puede leerse en su página oficial, donde también manifiesta que el creciente movimiento internacional de las mujeres, fortalecido por cuatro conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, ha ayudado a que su conmemoración ofrezca la oportunidad de incrementar el apoyo a los derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica!

De acuerdo con la ONU, la celebración de esta fecha propicia el ambiente para fomentar la igualdad de la mujer ante los hombres y el espacio para que las féminas puedan tener mayores oportunidades de involucrarse en las esferas políticas y económicas, socialmente establecidas. Eso refiriéndose a las mujeres de todo el mundo, incluidas las dominicanas.

Por lo que habría que verificar si existen elementos que motiven la celebración de esta fecha en el país, tomando en cuenta que la conmemoración busca, según ONU Mujeres, «ser un momento de reflexión sobre los progresos alcanzados, un llamado al cambio, y una celebración de los actos de valor y determinación tomados por mujeres corrientes que han tenido un papel extraordinario en la historia de sus países y sus comunidades».

Una respuesta y múltiples reflexiones. «Debemos celebrar el ocho de marzo», es la respuesta que ofrece Santa Mateo, asesora en materia de Género de la organización Plan Internacional, con sede en República Dominicana, quien explica que esta fecha debe servir para festejar que las mujeres son sujetas de derecho.

Mateo señala que el ocho de marzo es una fecha reivindicativa, ya que se constituye en un reclamo de derechos humanos, aunque reconoce que las mujeres todavía no han alcanzado la igualdad social.

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Santa Mateo, asesora de Género de Plan Internacional.

«Eso no significa que nosotras no hayamos avanzado. Hemos dado pasos importantes a pesar de vivir en una sociedad machista como la nuestra», agrega la experta en Género tras atribuir ese avance al arrojo de las mujeres, quienes han tenido que atreverse a romper paradigmas sociales.

Dice que el valor de esos «pasos» reside en que las mujeres han logrado desmontar el mito de que solo sirven para desempeñar el papel de cuidadoras, aunque critica que en la esfera social todavía las féminas no han logrado posicionarse adecuadamente en los espacios de toma de decisiones.

«Esa situación nos dice que que tan fuerte es la desigualdad que hay en la relación mujer-hombre», sostiene.

En ese sentido, expresa que hay que romper con esa brecha para lo que se requiere tener políticas públicas muy claras, las cuales hacen falta en el país.

Cuestiona ejecutorias del Estado. Criticó que desde el Estado no se hayan podido combatir flagelos como la violencia de género, situación que cobra decenas de vida cada año en República Dominicana. Precisó que una de las alternativas para dar pasos hacia la igualdad de género en el país, un aspecto importante a revisar es la curricula educativa nacional.

Sin embargo, precisa que el Estado tiene el reto de cambiar esta realidad y afirma que para ello hay que hacer una revisión seria de las políticas públicas encaminadas a lograr la igualdad de género en el país.

Un ejemplo de desigualdad. Mateo cita como un ejemplo de la desigualdad de género que afecta al país, el trato que reciben las adolescentes embarazadas, quienes en muchos casos son objeto de «todo» tipo de vejaciones.

Explica que la adolescente «que sale embarazada», sufre la discriminación no solo social, sino hasta del sistema educativo dominicano.

«El embarazo de esa niña trae como consecuencia que sale del sistema escolar, aún cuando hay una ley «, critica Mateo, quien participa en distintos programas que desde Plan trabajan para lograr instruir a las adolescentes y convertirlas en mujeres empoderadas.

Manifiesta que la adolescente embarazada además de tener que desertar de la escuela, también es apartada de las demás niñas contemporáneas, cuando tienen que ingresar al sector educativo en una tanda nocturna.

Sin embargo, Mateo explica que no sucede lo mismo con el varón que embarazó a esa adolescente, quien si está en edad escolar, sigue asistiendo al centro educativo al que acude, debido a que no lleva en su cuerpo «la mancha» de la acción sexual emprendida, aún cuando la ley estipula que las menores que sostienen relaciones sexuales, dependiendo las condiciones son víctimas de violación.

«Pareciera ser que la sociedad a la única que debe cobrarle es a la adolescente embarazada y no al varón que la embarazó», lamenta.

Señala que al joven, refiriéndose al hombre, que embaraza a la adolescente, la escuela le permite seguir asistiendo al plantel. Reitera que esa actitud es una evidencia de la gran discriminación de que es objeto la mujer.

«Cuando una muchacha se embaraza tiene que darle un giro a su vida, no así el varón», destaca.

Puede generarse un cambio. No obstante, Mateo dice que esta realidad puede cambiar y hay que cambiarla, actitud donde descansa su posición de que sí hay muchas cosas que celebrar el ocho de marzo, a pesar de que faltan tantas situaciones que mejorar.

«Tenemos mucho que pelear para poder seguir celebrando el ocho de marzo», precisa la experta en género.

Afirma que el Estado no tiene claro cómo puede fortalecer las políticas públicas que emprende, al tiempo en que declara que son bastante los retos y desafíos que deben enfrentar las mujeres de esta época para poder seguir construyendo la igualdad de género que se necesita en República Dominicana.

«Uno de los desafíos que las mujeres debemos enfrentar es lograr romper el esquema, ya establecido, de que la política no es para mujeres», expresa con voz altiva, luego de manifestar que es hora de que las mujeres ocupen puestos de toma de decisiones.

Para Mateo, en la actualidad las mujeres tienen mayores y mejores oportunidades, por lo que cree que ya es tiempo de que se eduquen niñas sanas y con buena autoestima, para conseguir mujeres empoderadas que logren el cambio que podrá permitir saldar la deuda histórica que el país tiene con las mujeres, y así llegar a la igualdad de género: una materia pendiente en República Dominicana.

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