REGINALDO ATANAY
Nueva York.- Como que el gobierno del presidente Leonel Fernández quiere hacer más cosas de la cuenta. Y algunas de esas muchas cosas, lucen como innecesarias en estos momentos de crisis económica grande y profunda, que es por donde anda la economía nacional. Ese gobierno entró al poder con gloria, y le ayudaron en esa buena cosecha uno que otro yerro de la administración anterior; sobre todo, el irrespeto con que se manifestó hacia personas e instituciones, el que encabezó el gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que fue Hipólito Mejía.

A medida que han transcurrido los días, no es raro oír a alguien que diga cosas como “estos son los mismos que los otros”; también los hay que se van más lejos, afirmando que los que están en el poder ahora, son peores que los anteriores.

Y es que se producen casos que mueven a cualquiera a asomarse al pesimismo, cuando no a la incredulidad, pues Fernández dijo que el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) entraría en una etapa de austeridad, a fin de que no haya escape de gastos superfluos en empleados públicos innecesarios, y que otras medidas serían tomadas también, a fin de sanear la economía nacional. Y como suceden los hechos, se ve que lo que se hace está muy lejos de lo programado y que parece no ser verdad que se van a enderezar los tantos entuertos que han apabullado a la administración pública.

En el actual gobierno del PLD, están los mismos personajes que estuvieron gobernando con Leonel en el otro período presidencial. Están en la misma cosa, pero en diferentes posiciones. Con remedo, puede decirse con el merengue aquel de Luis Kalaff: “E que son los mismos, compay; es que son los mismos…”

Y cada quién, “está en lo suyo”.

Fernández nombró en diferentes posiciones a personas que estuvieron de  colaboradores de él en el otro gobierno peledeísta, y quienes fueron sometidos a la acción judicial, sindicados de contribuir, de alguna manera, con la corrupción administrativa. Los procesos están estancados… y ahora se dice que el gobierno quiere que esos casos “se olviden”, aduciendo que los acusados lo han sido por  los del gobierno anterior, y que en el fondo, lo que hay es revancha política.

El gobierno debió, sí, pedir al servicio judicial, cuando iba a volver a nombrar a esos señores en la administración pública, que aceleraran el proceso, de manera que terminado ya eso, fueran nombrados, tras comprobarse —de ser así— que eran inocentes. Pero nombrarlos, teniendo pendiente esa querella, no fue lo más prudente.

Ante lo que se dice, que el gobierno ha pedido que se desestimen esas querellas, uno de los inculpados ha actuado con dignidad. Es el señor Luis Ynchausti, ex director que fuera del Programa Eventual Mínimo de Empleo (PEME) entidad gubernamental que en el otro gobierno del PLD usó muchos millones de pesos en gastos fuera de lo normal y lo justo, entre ellos el dar sueldos mensuales a delincuentes y alborotadores públicos… “para que estuvieran tranquilos”.

El PEME, claro, no hizo aquello por voluntad única de Ynchausti, sino que eso fue fruto de una decisión gubernamental, y así lo manifestó en su oportunidad, el Presidente Fernández.

Ynchausti ha dicho que no es partidario de que se olviden las querellas, sino que el proceso se active y siga adelante, pues él está interesado en limpiar su nombre, en bien propio y de su familia.

Se comenta que el propósito del posible pedido de “olvido” de ese proceso contra algunas personas que fueron funcionarias de Fernández en el primer período, es para favorecer, no precisamente a Ynchausti, sino a otros. Porque al parecer, en este período, Ynchausti no está tan cómodo en este gobierno del PLD  como en el anterior, ya que ahora ha denunciado que el gobierno  olvida, en eso de la conseguidera de empleos públicos, a muchos “compañeros” del peledeismo.

Y en esos casos, cuando alguien habla así, es porque no cree que se estén haciendo las cosas como debieran. En ese sentido hablaron en su oportunidad otros peledeístas notables.

En Nueva York, peledeístas que “se fajaron,” consiguieron su puesto de vicecónsul o de auxiliar en el Consulado, y la lista de los premiados es tanta, que la cosa alcanzó categoría de escándalo. Cuentan con unos 25 vicecónsules, muchos de ellos que ni siquiera van a trabajar al consulado. El cónsul José Fernández, quien es además coordinador del PLD en EE.UU. dijo recientemente, en contestación a las críticas públicas, que esos nombramientos estaban bien hechos, porque son personas que trabajaron para llevar al PLD al poder.

Uno de esos vicecónsules es Gregorio Malena. Gregorio ha disentido muchas veces, públicamente, de algunas de nuestras opiniones sobre el ex presidente Juan Bosch, y es que él no ha podido, hasta ahora, convencernos de la santidad de Bosch.

Malena se quejaba con nosotros hace unos días de los ataques que reciben los vicecónsules (más bien el gobierno) por la epidemia precisamente de vicecónsules que ha inundado a Nueva York. Contaba que su mujer le decía, entre otras cosas: “Te dije que no te metieras en eso”. Y es que Gregorio “se metió en eso” en su afán por ayudar a sus compatriotas, aunque no deja de tirarle chinitas y hasta toronjas a los del PRD.

Malena ha llevado mucha ayuda al país, conseguida al través de instituciones benéficas, y aunque en él obran algunos de los dogmas que le imprimieron al PLD desde el principio, creemos que es una persona de bien.

Porque hay que recordar que en el PLD, aunque ellos son poco religiosos (algunos de ellos provienen de antros de izquierda doble o triple) hay gentes como en todas las religiones y partidos: buenas … y sinvergüenzas.

MEDITACIÓN

Para la meditación de hoy: Abrázate a ti mismo, y canta victoria. La victoria de que estás vivo y que, tu vida, puedes dirigirla hacia donde quieras: lo positivo o lo negativo. Tienes, como heredero divino, potestades. Entre ellas, la potestad de ser lo que quieras. No dejes que otras fuerzas, sin afinidad contigo, pretendan imponerse. Tú eres quien puede y debe producir los mejores resultados en tu existencia. No viniste a este lado de la vida a haraganear, sino a crecer. Y tanto el crecimiento, como el estancamiento… dependen de ti mismo.