Tierra alta
Lilís: una verdadera obra cultural

Tierra alta <BR><STRONG>Lilís: una verdadera obra cultural</STRONG>

PASTOR VÁSQUEZ
ceyba@hotmail.com
Asistí, junto a mi esposa Rosanna, a la premier de la película “Lilís”, que contó con la presencia del presidente Leonel Fernández, en Malecon Center. Esta película, que produce y dirige Jimmy Sierra, fruto de un gran esfuerzo, se puede colocar entre las mejores del joven cine dominicano.

Creo que mucha gente esperaba una película al estilo norteamericano, con mucha sangre, con grandes lujos en locales de filmación y otros recursos logísticos, pero en esta realización Sierra y su equipo lograron ponerse a la altura de una gran profesionalidad con la sencillez que ameritaba la circunstancia.

He dicho que este es el primer esfuerzo para el arranque del cine épico dominicano, para el cine pedagógico. La obra es una sátira, pero no una sátira de mal gusto como las que estamos acostumbrados.

En “Lilís” se respeta la historia. El dramaturgo respetó los hechos históricos sin caer en una monotonía fría y aburrida.

El chiste tampoco satura, pues a la hora de tratar cosas serias, como fue el hecho de la injusta muerte del gran intelectual Generoso Eugenio de Marchena, encarnado por Reynaldo Disla, el director fue muy cuidadoso.

La actuación de Juan María Almonte en el papel del general Ulises Heureaux es magnífico y uno muchas veces llega a imaginarse que está frente a un verdadero “Lilís”. Sólo hay un detalle y es que, según nuestros abuelos, Lilís era un hombre de hablar pausado, en baja voz y calmado como el doctor Chapita. Por lo demás, creo que jugó un gran papel.

La personificación del terrible general Alejandro Anderson (Macabón) en la actuación del veterano José Mateo quedó de maravilla. Ángel Mejía, en el papel del licenciado Cacá quedó súper, sobre todo con la forma jocosa como dirigía sus consejos a Macabón.

Puedo decir que Franklin Domínguez se la lució en el papel del poeta Juan Antonio Alix, aunque en el guión se pudo haber profundizado un poco más en la vida de este gran hombre de letras.

Puedo decir que los actores Víctor Pujols, Roberto Payano, Pericles Mejía, Víctor Pinales, Basilio Nova y Karina Noble (esposa del general Heureaux) dieron una verdadera demostración de su profesionalidad. Nelson Beltré y Marcos Pérez   actuaron como los verdugos de Lilís, pero eso de estar sin camisa le quitó un poco de fuerza real a la película.

Mi esposa me hizo una observación y es el hecho de que se repetían los mismos rostros cuando se presentaba la escena de la gente en las calles.

Yo sé que es muy compremetedor para un realizador tener que contratar y entrenar a un público para una función tan delicada, pero creo que en esa parte hubo una pobreza significativa.

Hacían falta más personas en la película. Ahí hubo una falla que le quitó también fuerza de realidad a la obra.

Algo que debo decir es que la presentación de la vieja ciudad está magnifica, no sé cómo lograron eso, pero cuando veía tal escena me transporte a ese pasado del cual me hablaban mis abuelos.

El vestuario, dirigido por Lorena Reyes, con el diseño de Ignacio de los Santos, está de maravilla. Sobre todo, esos trajes militares y los vestidos de las damas. Los hombres vestidos de civiles no estuvieron a la misma altura de la época. ¿Estaban de moda esas camisitas mangas cortas? No sé.

La presencia de Lilís en el tren estuvo bien realizada, pero yo esperaba ver al general a caballo al momento de llegar a la casa de Don Jacobo De Lara, en Moca.

!Ah!, la actuación de la cotorra oportunista creo que fue la mejor, es la que le da el sabor satírico más importante a la obra. Al final hay una sorpresa. Me dicen que el presidente Leonel Fernandez disfrutó bastante con esa ocurrencia. Se la dejo para los que irán al cine.

!Felicidades!

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