PASTOR VÁSQUEZ
ceyba@hotmail.com
Por razones de espacio no puedo publicar todas las cartas que recibo de los lectores de mi columna, y además porque la gente espera las historias y necesito respetar ese derecho. Sin embargo, quiero esta vez compartir con mis lectores algunas inquietudes que expresa la gente sobre las cosas que yo escribo y que se publican en esta página, llamada  Para Recordar.

Hola señor Vásquez

Leí su historia sobre el viejo general que  estuvo en las guerras civiles de su país, me parece bastante interesante, pero me quedé esperando más. Es una lectura refrescante y sencilla.

¿Cuándo comenzaron las guerras civiles en la República Dominicana? ¿Quiénes fueron los personajes que hicieron leyenda en esas guerras civiles? Me gustaría saber cuáles son los héroes de esas guerras y que ideología seguían.

Le agradeceré si me puede referir un libro donde yo pueda aprender más sobre su país y sobre esas historias.

Angela del Carmen Ruiz, Ciudad de México, DF

PV.-Hola, querida lectora, gracias por sus palabras de elogios. Claro, soy muy joven y no viví esa época. Sólo narro trozos de las cosas que escuché durante mi niñez.

Bueno las guerras civiles comenzaron en la República Dominicana, lamentablemente, desde que se inició la República, pero yo considero que fue a partir de 1857, cuando comenzó este mal en la sociedad dominicana.

En 1861, el General Pedro Santana anexó la República a España, y en 1863 comienza una guerra nacionalista que dio origen a una serie de líderes militares, quienes luego se erigieron como caudillos de toda una época.

Uno de los más famosos líderes de esa época fue el General Gregorio Luperón, padre de la segunda República y héroe nacional, quien por casi 30 años tuvo una influencia decisiva en la nación dominicana. Su más fiel seguidor, el General Ulises Heureaux, que luego rompió con Luperón, fue otro importante caudillo de nuestro país.

Creo que las guerras civiles tuvieron tres etapas importantes: la primera comienza con las luchas por el poder que se inicia con la revolución de 1857 y termina con la anexión en 1861; la segunda que comienza a partir de 1865, y la tercera etapa se inicia con el asesinato del Presidente Ulises Heureax, en 1899, y que culminará con la intervención norteamericana en 1916.

Igual que en Mexico, con el levantamiento de Doroteo Arango (Pancho Villa), Emiliano Zapata y Felipe Angeles, nosotros tuvimos nuestros héroes nacionalistas. Sin embargo, -y es penoso esto- el asunto de ideologías o ideas de lucha sólo tuvo bandera en pocos de nuestros héroes, y una excepción era Gregorio Luperón. (No incluyo a los fundadores de la República porque ellos no participaron en guerras civiles).

Esto se resume en la pregunta de Mamá Vieja a Papá Viejo luego del retorno de la guerra:

-“¿Matías, por qué tú luchas?

-Ni yo mismo sé por qué lucho, carajo

Si usted se refiere a novelas dominicanas que traten el tema, le puedo recomendar el libro “La Mañosa” de Juan Bosch, “Una Vez un Hombre”, de José Enriquez García, y las historias dominicanas de Frank Moya Pons y Roberto Cassá.

En estos momentos en nuestro país se está desarrollando un interesante movimiento intelectual para el rescate de ese pasado nuestro. El historiador José Miguel Soto Jiménez, con su historia novelada: “Memorias de Concho Primo”, ha dado un tremendo giro para el inicio de otro estilo de narrar la historia.

OTRA CARTA

Señor Vásquez

Hay una historia que usted escribió sobre el General Marcos Adón y una ahijada a quien las tropas de Santana le habían robado a su padre, y el General Adón prometió ir a su rescate. Dónde puedo yo conseguir ese escrito? Angelina Adón, Santo Domingo.

REPUESTA

Fue algo que escribí hace muchos años. Cuando era un adolescente entrevisté a las nietas del General Adón, que vivían frente al parque central, en el poblado de La Victoria. Una de ellas me contó esa historia y otras leyendas que no puedo ahora recordar. Ese relato salió publicado, si mal no recuerdo, en el 2002, y puede conseguirlo en los archivos del periódico HOY, porque yo lamentablemente no encuentro el original.

DE LA SAN JUAN

Hola, señor Pastor Vásquez

Tengo muchos años leyendo su columna sobre cosas que pasan en nuestra vida campesina. San Juan de la Maguana es rico en historias de misterios, ha pensado usted en escribir algo sobre San Juan? Atentamente, Juan Antonio De Oleo, Las Matas de Farfán.

REPUESTA

Hola, señor De Oleo, las cosas hay que vivirlas o escucharlas muy bien para poderlas contar. Como mis ancestros eran del Este, me pasé toda mi niñez escuchando relatos de mis abuelos sobre los misterios de las llanuras orientales, así como las historias de  esas guerras intestinas que nos dividieron tras la muerte de Ulises Heureax. Difícilmente uno pueda narrar las costumbres de un pueblo en el que no ha vivido ni sobre el cuál no tiene uno mucha información ni vivencias. Eso sería una falta de respeto si yo hiciera una cosa así.

Sin embargo, he estado en San Juan en varias ocasiones, pues me fascina los relatos sobre Oliverio Mateo, especialmente los que ha escrito el profesor Anulfo Mateo en el periódico El Nacional.

Hay un personaje en San Juan que me interesa mucho y es el famoso locutor que le llamaban Papá Rojita, de Radio Anacaona.

Un miembro del Ejército Nacional que trabaja conmigo y que es de esa zona me ha contado muchas leyendas de luaces y esas cosas. Cuando tenga una buena base le prometo que viajaré a San Juan y allí trataré de hacer algo.

Y FINALMENTE

Quiero dar las gracias del alma a la doctora Alicia Tiboni, una gran amiga, quien desde Ginebra, Suiza, me escribe para mostrar su solidaridad, tras la embestida fiera de la que fui víctima por tenebrosos miembros de la caverna que trató de manchar mi honra. Gracias, amiga mía.