Hoy 
POR PASTOR VASQUEZ
ceyba@hotmail.com
En días pasados estuve leyendo un trabajo de la periodista Angela Peña sobre el periódico Hablan Los Comunistas, órgano informativo del Partido Comunista Dominicano.
Mi amiga Angela Peña describe en su trabajo el importante papel que jugó ese periódico, como medio alternativo, en la lucha contra la corrupción y las violaciones de los derechos humanos.
Tras leer tal entrega histórica le dije a mi esposa Rosanna que yo siento pena por el proceso de auto-negación que, cual germen de olvido, se ha ido alojando en la conciencia progresista del país.
Estamos olvidando nuestra historia, estamos dando patadas y malvadas estocadas a nuestro pasado glorioso.
La izquierda es un patrimonio de lucha de los pueblos latinoamericanos. La historia de la izquierda es un orgullo para nuestros pueblos rebeldes que en épocas de oscurantismo no se doblegaron frente al poder salvaje.
¿Por qué entonces muchas personas sienten vergüenza de su pasado, de ese pasado de dignidad?
Antes de retornar a la carrera diplomática, hice la más satisfactoria entrevista para despedirme del periodismo. Recuerdo que, a raíz de la muerte de René Theodore, conversé con Don Carlos Dore Cabral sobre la relación entre los comunistas haitianos y los dominicanos en los años 60s y 70s. Aquello fue toda una cátedra de historia reciente, que recogí en parte en una página de este diario.
Después he pensado en la posibilidad en que erija una especie de museo o biblioteca de la izquierda dominicana, donde la juventud pueda ir a indagar sobre esa época de nuestro pasado.
Me he preguntado desde entonces, ¿Quién tendrá los archivos del Partido Comunista Dominicano, del 14 de Junio, del Movimiento Popular Dominicano, del Partido Comunista del Trabajo?
Muchas personas guardan documentos valiosos en sus hogares y deberían llevarlo a los archivos nacionales, porque eso es patrimonio del pueblo dominicano.
También he pensado en la posibilidad de que nos desprendamos un poco de ese derechismo miedoso que llevamos todos dentro y que las autoridades se atrevan a desclasificar los documentos históricos que hay en el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) y en el Servicio Secreto de la Policía Nacional.
Yo sé que esto le va a caer pesado a mucha gente que tiene miedo por cosas malas que hicieron fruto del fanatismo que arrastró a la izquierda y a la derecha enfrentamientos fratricidas durante la guerra fría, pero hay que darle la oportunidad a la juventud de que conozca la verdad sobre nuestro pasado.
LA PROPUESTA DEL PRESIDENTE
El presidente Leonel Fernández acaba de prometer una especie de conferencia de la izquierda en América Latina. Es una magnífica idea, pues en ese espacio se puede discutir las ideas progresistas que todavía campean desde el río Gravo del Norte hasta Las Patagonias.
Desde ya se han levantado voces disidentes y muchas de ellas han mal interpretado injustamente el planteamiento del presidente dominicano.
Observé, por ejemplo que el señor Narciso Isa Conde decía que el Presidente quería mantener una actitud progresista del aeropuerto para allá.
Que me perdone el señor Isa Conde, a quien admiro mucho, pero el Presidente es un hombre de ideas progresistas. Ahí están sus actos en la revista Política, Teoría y Acción. Su actitud abierta y conciliadora al frente del Estado dominicano habla muy bien de su prédica.
Sería una gran oportunidad para plantearnos ideas que pueden contribuir a la lucha por una definición ideológica, porque el vacío en que estamos viviendo exige de fortaleza intelectual y espiritual.
¿A qué le tememos?
La cobardía ha llevado a mucha gente a negar sus orígenes y a claudicar en sus ideas.
