Tierra alta
Una lectora

<STRONG>Tierra alta<BR></STRONG>Una lectora

PASTOR VASQUEZ
ceyba@hotmail.com
Hola, señor Pastor Vásquez
Soy una lectora de su columna desde 1998. Tengo muchos recortes de periódicos de sus trabajos desde hace tiempo.

Me gusta cómo describe esos personajes y esos paisajes de nuestros campos. Veo que sus personajes se entrecruzan como en las historias de García Márquez, pues parece que de él tiene usted muchas influencias.

Debo decirle que el trabajo suyo es realmente magistral, pero tengo algunas inquietudes. ¿Tiene usted alguna novela publicada o ha reunido esas historias en un libro de cuentos? Si es así me gustaría saber cómo conseguir sus libros, y de no ser así me permito solicitarle que por favor nos de la oportunidad de conocer mejor su trabajo, reunido en una antología o algo parecido, pues estoy segura que tendrá grandes éxitos como escritor.

Otra cosa, quiero pedirle que nos permita publicar la conclusión del cuento “La Ruta de Camille Doré”, que se publicó el sábado 23 de junio y que quedó inconcluso por falta de espacio.

Que Dios lo ilumine cada día más.

Vielka Fernández, Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Respuesta

Hola, señorita Fernández, gracias por ser una lectora fiel. Debo decirle que tengo muchas cosas escritas que aún no he publicado dejando que el tiempo se encargue de hacerlas madurar. En cuanto a la antología, ya estamos trabajando en eso y de hecho los primeros cuentos ya están en corrección y pronto estarán en imprenta.

Sobre la narrativa del sábado 23, le pido excusa a los lectores, pues me he difícil escribir pensando en el espacio. El asunto concluye así:

LA RUTA DE CAMILlE DORE…

Y el caballo de Manuel Frías ya pasa el batey, se va acercando más lento, porque el jinete le hala las riendas para que muestre sus pasos finos a medio pueblo que ve pasar a aquella figura bohemia.

Camille está sentado en la mecedora y de repente parece congelada su mirada….

Manuel Frías lo está viendo desde su caballo, sentado allí como un patriarca, petrificado… Le da “cosa” ver así al Viejo Camille Doré. Entonces, libera su mano derecha y con la izquierda lleva la rienda….

Levanta lentamente la mano derecha, en la que lleva un anillo de corozo, que decía lo había heredado de su bisabuelo que era general de División, en la era de Concho Primo, y lo hace…

Una paloma se asienta en ese momento en el hombro izquierdo de Camille Doré y Manuel Frías ya va pasando con su mano tendida al cielo y esa sonrisita….., pero se devuelve, da vuelta a su caballo….

Camille Doré no ha respondido su saludo:

“Qué le pasa, caray, que lo saludo y no me hace caso”?

Camille Doré sigue como una estatua y Manuel Frías insiste por su saludo: “Diga usted, es que no piensa saludarme?”.

No podía saludarlo porque su alma había volado, con su nostalgia y sus recuerdos, a una lejana   isla llamada Saint Thomas.

Después, en el velorio, Manuel Frías se lamentaba de lo lento que había andado su caballo, porque no había podido llegar un tiempecito antes para que Camille Doré le diera su último saludo.

Isla Margarita, Venezuela, noviembre del 2003.

OTRA CARTA

Hola: Pastor Vásquez,

A través de esta nota, te manifiesto que soy un lector de tus artículos, y la manera como encara la realidad me recuerda como el gran escritor Argentino Jorge Luis Borges describía la realidad a través de creaciones literaria.  Te felicito y  te deseo el más grande los éxitos, saludos a tu esposa Rosana Roa.

Fausto Montes de Oca.

Dirigente Nacional PLD. Ministro consejero Embajada Dominicana en Argentina

PV

Gracias del alma, amigo mío, la verdad es que no creo que yo pueda llegar a parecerme a ese divino maestro que fue Jorge Luis Borges.

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