Tierramérica 
Biodiversidad no admite vallas

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POR STEPHEN LEAHY
TORONTO, Canadá, y SAN JOSÉ, Estados Unidos.-
Científicos temen que los intentos de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México tengan un gran impacto sobre la naturaleza y la ecología, frágil y única, de la región.

El reciente despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la región fronteriza y la idea de construir muros y vallas preocupa mucho a los ecologistas de ambos países que asistieron a la vigésima reunión anual de la Sociedad para la Biología de la Conservación en San José, California, del 24 al 28 de junio.

«Un muro tendría profundos impactos ecológicos», advirtió Laura López-Hoffman, ecologista de la Universidad Nacional Autónoma de México. «Impediría el movimiento de muchas especies y algunas áreas serían destruidas durante la construcción», dijo a Tierramérica en San José.

A lo largo de la frontera hay muchas especies exóticas y amenazadas, y algunas partes son vitales para las especies migratorias, explicó.

«No hemos estudiado las potenciales consecuencias ambientales de vallas o muros, pero está claro que habrá impactos», aseguró.

La frontera internacional, de tres mil 141 kilómetros de largo, entre México y Estados Unidos, atraviesa una región biológicamente diversa de desierto, bosques de mangles, llanuras, montañas, valles de ríos, humedales, ciudades y pueblos.

Muchas especies de mamíferos, pájaros y plantas, así como 12 millones de personas, viven a lo largo de la frontera. «Los de fuera de la región no se dan cuenta de cuánto hay aquí», dijo López-Hoffman.

El Fondo Mundial para la Naturaleza y The Nature Conservancy documentaron una extraordinaria diversidad biológica en los desiertos de Chihuahua y de Sonora, en México noroccidental y Estados Unidos sudoccidental respectivamente.

Se cree que alrededor de ambos está la zona más biodiversa de América del Norte, señaló Nathan Sayre, de la Universidad de California, en la conferencia.

«El estado ambiental a lo largo de la región limítrofe (que generalmente se define como 160 mil 934 metros a cada lado de la frontera) varía de lo seriamente degradado a lo maravillosamente prístino», destacó Karl Flessa, de la Universidad de Arizona.

El área del parque Big Bend, en el meridional estado estadounidense de Texas, está en buenas condiciones, pero muchas partes a lo largo del Arizona, incluyendo algunas del Monumento Nacional Organ Pipe Cactus, un parque de 133 mil 825 hectáreas en el desierto de Sonora, están muy degradadas debido al contrabando de flora, fauna y drogas, señaló Flessa en una entrevista.

«Personal del parque en el Monumento Nacional actúa como guardia de seguridad, intentando controlar toda la actividad ilegal», resaltó.

Se estima que cuatro mil 500 millones de dólares en pájaros, lagartijas, víboras e insectos son contrabandeados a Estados Unidos cada año, principalmente a través de México, dijo en la conferencia Adrián Quijada Mascareñas, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Apenas entre 10 y 15 por ciento de los animales sobreviven para llegar a su destino final. Mascareñas dijo que los contrabandistas de drogas se están dedicando al comercio de naturaleza porque es menos riesgoso y, si son atrapados, a menudo sólo son multados.

«El volumen del contrabando de flora y fauna tiene un profundo impacto en la propia biodiversidad de México», afirmó López-Hoffman.

En efecto, las junglas y desiertos de México y América Central son vaciados para satisfacer el apetito de coleccionistas de mascotas exóticas. Y sin el enorme mercado estadounidense para drogas ilegales y mano de obra barata, habría mucho menos tráfico transfronterizo ilegal, agregó.

Construir más muros e implementar controles más estrictos simplemente significa que los contrabandistas, traficantes y trabajadores migrantes indocumentados ingresan a regiones más remotas, dañando áreas previamente intocadas, dijo Flessa.

En sus esfuerzos por frenar esta marea, los propios guardias de frontera hacen muchos daños. Construyen carreteras, queman amplias áreas para mejorar la visibilidad, cercan senderos, rellenan valles y estuarios, añadió.

La inmigración ilegal y el control de fronteras tienen el potencial de dañar algunos de los paisajes más hermosos de nuestro país, dijo Rodger Schlickeisen, presidente de la organización no gubernamental estadounidense Defenders of Wildlife (Defensores de la Naturaleza), en una declaración escrita.

En particular, Schlickeisen expresó su preocupación por el impacto ambiental de los proyectos de construcción de muros en el sudoccidente, que son parte del proyecto de inmigración del Senado de Estados Unidos. Tales barreras empobrecerían la biodiversidad de Estados Unidos, dijo Flessa.

 

* Colaborador de Tierramérica.

En términos generales, las tierras fronterizas de México gozan de mejor salud ecológica que las de Estados Unidos, y albergan a muchas especies en riesgo en Estados Unidos, como el antílope llamado berrendo sonorense (Antilocapra americana sonoriensis). 

«Los pocos jaguares (Panthera onca) que hay en Arizona proceden de México, y así lo hará el lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi), que es reintroducido en Nuevo México», apuntó. 

La famosa mariposa monarca (Danaus Plexippus Linneo) se introdujo de México central hacia el oriente de Estados Unidos y Canadá. Pero la deforestación en México redujo severamente sus números. Todos estos son ejemplos de cómo las actividades humanas y las condiciones ambientales pueden afectar la calidad de vida y el ambiente, dijo López-Hoffman.  

Esa realidad significa trabajar juntos a nivel local para solucionar asuntos y problemas. También supone una mirada dura a las políticas del gobierno nacional que crean las condiciones de pobreza en México, y demandan mano de obra barata en Estados Unidos, dijo. 

«Las políticas elaboradas en Washington y Ciudad de México llegan a un punto crítico en la frontera», concluyó Flessa. 

* Colaborador de Tierramérica.

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ACENTOS

Mosquito transgénico contra la malaria
POR MARIO OSAVA

En una década podrían rendir frutos las  investigaciones para erradicar este padecimiento que afecta al 40 por ciento de la población mundial concentrada en 90 países

RÍO DE JANEIRO.- El brasileño Centro de Investigación René Rachou modificó genéticamente un mosquito para quitarle la capacidad de transmitir el parásito del paludismo o malaria.

Si ese mosquito logra multiplicarse en la naturaleza, desplazando a los originales, ayudará a controlar una enfermedad que afecta a entre 300 y 500 millones de personas al año, 90 por ciento en África, provocando un millón de muertes anuales.

Pero se trata de una perspectiva a largo plazo –«un mínimo de 10 años»–, señaló a Tierramérica Luciano Andrade Moreira, que coordina la investigación iniciada en 2003 en el Centro Rachou, de la Fundación Oswaldo Cruz, en Belo Horizonte, capital del oriental estado de Minas Gerais.

La modificación genética consiste en introducir en el genoma del mosquito una proteína que produce una enzima para bloquear al parásito de la malaria. Hace cinco años, investigadores estadounidenses descubrieron esa enzima en el veneno de abejas. Su función es impedir que el parásito salga del intestino del insecto.

Por ahora, sólo se logró alterar el mosquito Aedes fluviatilis, vector de la malaria en gallinas, y no el del género Anopheles, que provoca la enfermedad en humanos.

Esa elección inicial se debió a la facilidad de multiplicar ese mosquito en laboratorio y a similitudes entre los parásitos, además de cuestiones de seguridad, ya que un posible escape no sería riesgoso para la salud humana, explicó el investigador.

El próximo paso será hacerlo con el Anopheles aquasalis, que vive donde hay agua salobre. Pero, para que la estrategia sea efectiva, será necesario modificar el mosquito que más propaga la enfermedad en Brasil, el Anopheles darlingi, que aún no pudo ser multiplicado en laboratorios.

Después de crear los insectos transgénicos adecuados en laboratorio, será necesario comprobar si sobreviven en la naturaleza y se reproducen normalmente. Tendrán que proliferar con un desempeño por lo menos idéntico para ir sustituyendo a la población normal de mosquitos y reducir el contagio, observó Moreira.

El combate a la malaria por ese camino se investiga hace unos 20 años, buscando especies de mosquitos que más transmiten el plasmodio. Estados Unidos y algunos países europeos desarrollaron la técnica, concentrándose en los vectores africanos, más mortíferos.

Moreira la aprendió al hacer su doctorado en Estados Unidos y la aplicó a los mosquitos brasileños, en el primer proyecto de estas características en países en desarrollo.

Pero esta no será la solución definitiva de la malaria, que exige combinar «distintas estrategias», incluyendo las convencionales, como mejor asistencia médica, saneamiento y reducción de los mosquitos, admitió.

Es difícil que una vacuna resulte plenamente eficiente, porque el plasmodio «es versátil, se modifica y es distinto en África, Asia y Brasil», sostuvo.

La malaria amenaza la salud pública en 90 países, donde vive 40 por ciento de la humanidad.

En 2005 se registraron 591 mil nuevos casos en Brasil. El parásito más común en el país es menos letal que el africano; generó 88 muertes. La casi totalidad de los infectados viven en la Amazonia.

Un estudio similar, más volcado al dengue, se desarrolla en la Universidad de Sao Paulo.

Esas investigaciones contribuyen al conocimiento de la fisiología de los mosquitos, sus anticuerpos, ciclos de desarrollo y la interacción entre ellos y los parásitos. Eso puede tener otros beneficios, como una vacuna para bloquear la transmisión, si se identifica alguna proteína con esa propiedad, ejemplificó Moreira.

Esa vacuna, aplicada a una persona, no le impide infectarse, pero el mosquito que la pica pierde capacidad de contagio.

Un obstáculo será la resistencia de activistas antitransgénicos. Toda modificación genética preocupa, porque involucra riesgos, más aún si se trata de un insecto que se mueve, señaló Gabriel Fernandes, coordinador de la Campaña Por un Brasil Libre de Transgénicos.

«Hay otros métodos más seguros de control de la malaria», dijo a Tierramérica. Y el transgénico «no es una panacea». Aplicado a la agricultura, sólo generó dos tipos de productos efectivos, resistentes a herbicidas y a insectos, después de 30 años de investigaciones y 10 de uso comercial, arguyó.

* Corresponsal de IPS.

Cuando llegue la fase de pruebas en el campo, se adoptarán todas las medidas de seguridad y control, como liberar los mosquitos transgénicos en un área restringida y con un cinturón de insecticidas para exterminarlos, explicó Moreira.

Por ahora, la cuestión no es de seguridad biológica, «porque el producto aún no existe» ni se comprobó su viabilidad, y el experimento se limita a laboratorios de contención, precisó Silvio Valle, coordinador del curso de bioseguridad en la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro.

Antes se debe evaluar si se agotaron las medidas convencionales de combate a la malaria –que comprenden dimensiones económicas, ambientales, sociales y éticas– y si no hay alternativas menos costosas y más beneficiosas, expresó a Tierramérica.

* Corresponsal de IPS.

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ECOBREVES

BOGOTÁ.- Autoridades ambientales colombianas calificaron como desastre ecológico el incendio en el centrooccidental parque natural de Los Nevados, que destruyó unas cinco mil hectáreas de las 58 mil que lo conforman. El ex ministro de Medio Ambiente Juan Mayr dijo a Tierramérica que el caso es preocupante porque ese parque es como una gran fábrica de agua en la cordillera central andina, donde nacen quebradas y ríos fundamentales para los departamentos de la principal región cafetalera de Colombia. «Buscaremos todas las fórmulas de acceso a la comunidad internacional, económica y científica para acelerar la recuperación de esas zonas», afirmó el actual titular de esa cartera, Juan Lozano. Lozano agregó que se requerirán por lo menos 50 años para recuperar las áreas destruidas.

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MEXICO

Colectan fondos paraproteger al jaguar
MÉXICO.-
La organización mexicana Naturalia iniciará este fin de semana una colecta nacional para ampliar la reserva de protección al jaguar (Panthera onca), de cuatro mil hectáreas, que creó en el septentrional estado de Sonora en 2003. Se prevé recaudar fondos en todos los zoológicos del país, que son visitados por unos 25 millones de personas al año, dijo a Tierramérica Oscar Moctezuma, director de Naturalia y miembro del subcomité técnico consultivo del ministerio del Medio Ambiente. «El jaguar será la primera especie de nuestra campaña; el próximo año iniciaremos una nueva colecta para apoyar la preservación de una nueva especie en riesgo de desaparición», añadió, ya que la reserva cuenta con otros animales.

En el noroeste de México existen unos 150 jaguares, agregó Moctezuma, aunque señaló que no hay cifras más generales sobre la población de este felino en el país.

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GUATEMALA

Primer mapa sobre uso de la tierra
GUATEMALA.-
Técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Guatemala, junto con el Instituto Geográfico Nacional y otras entidades nacionales, elaboraron el primer Mapa de Cobertura Vegetal y Uso de la Tierra, para planificar mejores proyectos productivos y evaluar la deforestación. El documento, que recoge información de 2003 a 2005 y se basó en fotos satelitales,  costó 665 mil dólares y fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Difundido el 5 de julio, integra un paquete que incluirá otro mapa sobre catastro y uno más sobre infraestructura del país, explicó a Tierramérica José Miguel Duro, funcionario del Ministerio. El estudio reveló que Guatemala tiene 37,26 por ciento de bosques, 27,53 por ciento de tierras de uso agrícola, 1,84 por ciento de humedales, 1,59 por ciento de cuerpos de agua y 1,08 por ciento de infraestructura.

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