TIERRAMÉRICA
El semanario ambiental de América Latina

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Desconcierto ante La Niña
Por Daniela Estrada*
SANTIAGO, mar (Tierramérica)
  Todavía cuesta prever los efectos locales del fenómeno climático de La Niña, responsable de catastróficas inundaciones en Bolivia, Ecuador, Perú y Argentina y de una grave sequía en Chile.

Ya hay casi un centenar de muertos y millones de damnificados.

La Niña y El Niño son las fases extremas de un fenómeno oceánico-atmosférico conocido como «El Niño Oscilación del Sur» (ENOS), que ocurre en la zona ecuatorial del océano Pacífico con una frecuencia de entre dos y siete años, impactando en muchas regiones.

La Niña se caracteriza por el enfriamiento atípico de las aguas superficiales del mar y el incremento de los vientos alisios, que viajan de oriente a occidente sobre la franja del Ecuador. El Niño, más estudiado, posee características opuestas: calentamiento de las aguas y debilitamiento de los vientos alisios.

La Niña suele provocar lluvias intensas en Colombia, Ecuador, el altiplano de Bolivia y Perú y el noroeste argentino, y déficit pluviométrico en Uruguay, sur de Brasil, noreste de Argentina y centro de Chile.

Según el jefe del Departamento de Meteorología y Climatología de la gubernamental Dirección Meteorológica de Chile, Jorge Carrasco, el actual episodio de La Niña se inició entre mayo y junio de 2007 y se espera concluya entre junio y agosto de este año, para ingresar a un periodo neutro.

Para pronosticar el comportamiento de los eventos cálidos o fríos de ENOS se cuenta con los registros históricos y los modelos climáticos estadísticos y dinámicos generados en centros de Estados Unidos, Europa y Asia, que tienen gran capacidad computacional, dijo Carrasco a Tierramérica.

La información generada por estos últimos está disponible para todo el mundo a través de Internet.

 «Casi todos los países (de América del Sur) tienen un conocimiento bastante cabal de la pluviometría asociada a la presencia de El Niño y La Niña en sus respectivos territorios, sobre todo Perú, Ecuador y Colombia», aseguró Carrasco.

No obstante, «hay que tener en cuenta que la interacción de la atmósfera con el océano no es lineal y eso hace que un evento de El Niño o La Niña nunca sea idéntico a otro», declaró a Tierramérica Rosa Compagnucci, profesora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

«Aunque se pueda pronosticar con relativa antelación y bastante certeza la ocurrencia de un evento –y en algunos casos hasta su posible intensidad– resulta más difícil determinar el impacto local», añadió.

«A corto plazo es importante fortalecer el sistema de alerta temprana», admitió el meteorólogo del Senamhi, dependiente del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación.

«Una de las dificultades que atraviesa Argentina es que el ente oficial de pronósticos, el Servicio Meteorológico Nacional, ha visto reducido notoriamente su plantel científico. Si se forman nuevos meteorólogos habrá más difusión de estos eventos de alto impacto socioeconómico», planteó Compagnucci.

Jorge Carrasco asegura que la información generada por la Dirección Meteorológica de Chile se entrega periódicamente a las autoridades competentes. Pero reconoce que se podría hacer un mayor esfuerzo para informar de forma sencilla a la población sobre los pronósticos de sequías e inundaciones, para que ésta se prevenga mejor.

«Existe suficiente información en términos de diagnóstico y predicción (de los episodios del ENOS). Los modelos no son 100 por ciento seguros, pero en general tienen buen acierto a tres meses. Por lo tanto, hay datos disponibles para la toma de decisiones tanto a nivel gubernamental como personal», enfatizó.

El profesor de meteorología de la Universidad de Chile, Patricio Aceituno, agregó que «hoy se discute cómo preparar programas» para adaptarse y mitigar el cambio climático causado por la humanidad.

La Niña
La Niña en curso ha tenido también una manifestación atípica en Chile. Los expertos señalan que deberían haber ocurrido lluvias en la central región de la Araucanía durante este verano, que no aparecieron. En todo el país ya se han declarado 144 comunas en emergencia agrícola por efectos de la sequía.

En Bolivia, La Niña también sorprendió a los meteorólogos, pues en vez de impactar en el altiplano –en los departamentos occidentales de La Paz, Potosí y Oruro– abrazó a todo el territorio, especialmente a Pando (norte), Beni y Santa Cruz (oriente), que ya habían sufrido duras inundaciones un año atrás por cuenta de El Niño.

«Ésta es la primera vez que hacemos un seguimiento más exhaustivo de La Niña, pues acerca de anteriores tenemos información más bien general», dijo a Tierramérica Gualberto Carrasco, jefe de la estatal Unidad de Climatología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Bolivia.

Las frases
Jorge Carrasco

 «Sobre los cambios que van a ocurrir en los próximos 50 años (por el recalentamiento planetario) todavía hay incertidumbre, pero puedo apostar, con 100 por ciento de seguridad, que en los próximos 10 años va a haber una inundación o sequía importante», expresó.

Pescadores al rescate de las tortugas

Por Fabiana Frayssinet *
FLORIANÓPOLIS, Brasil, mar (Tierramérica)
Son las cinco de la mañana, cuando los pescadores de la brasileña Barra da Lagoa se embarcan para ver qué ofrenda les dejó el mar en sus redes. En el escaso fruto de esta noche no encuentran tortugas heridas o agonizando en sus trampas.

En grupos de seis y repartidos en dos coloridas embarcaciones, los pescadores se adentran en el mar del este de Florianópolis, capital del meridional estado de Santa Catarina.

Tierramérica los acompaña en otro bote del proyecto Tamar (Programa Brasileño de Conservación de Tortugas Marinas, ejecutado por el gubernamental Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) a través del Centro Brasileño de Protección e Investigación de Tortugas Marinas.

Tamar controla ocho redes, que atrapan accidentalmente unas 25 tortugas marinas por año, relata a Tierramérica el veterinario Eduardo Tadashi.

De siete variedades de tortugas marinas, que se agrupan en las familias Cheloniidae y Dermochelyidae, cinco están en Brasil, todas ellas en la lista de Ibama de especies amenazadas. La captura de estas gigantescas especies marinas existentes desde hace más de 150 millones de años está prohibida en el país.

La misión de Tamar en Florianópolis es concientizar a la población local sobre la necesidad de conservar las tortugas, y trabajar junto a los pescadores para reducir las capturas accidentales.

Los animales llegan a esta zona antes de su madurez reproductiva ­-entre los 23 y los 25 años-­ para alimentarse, explica a Tierramérica Eron Lima, un biólogo que coordina el proyecto Tamar en todo el sur de Brasil.

Las aguas de esta zona son ricas en los alimentos preferidos por las tortugas: peces, cangrejos y algas. Pero junto a ese banquete, las tortugas también encuentran las trampas humanas: redes y anzuelos, en los que quedan atrapadas, a menudo hasta morir.

El pescador Josemar Teixeira dice a Tierramérica que, hasta hace unos años, cada vez que caía una tortuga en sus redes se la repartían entre todos para comer.

Pero desde que el proyecto Tamar llegó en 2005 a la «isla» (como se llama a la capital de Florianópolis, cuya mayor parte es territorio insular), ya no lo hacen, «porque uno ahora sabe que está prohibido», agrega.

Tamar, patrocinado por la empresa petrolera brasileña Petrobras, se financia también con lo recaudado con las visitas a su centro (poco más de un dólar por billete) y la venta de camisetas y otros productos.

Zoom

Los pescadores
Los pescadores artesanales ganan, en buenas épocas, poco más de un salario mínimo (unos 235 dólares mensuales). Por eso, y por tradición, es difícil dejar de lado un alimento tan preciado para sus paladares y su economía de subsistencia. 

Ahora no se limitan a no capturarlas ni comerlas si caen en sus redes. Según Teixeira, llevan los ejemplares encontrados hasta la sede de Tamar donde las recuperan y las devuelven al mar.

«Hace poco agarré una tortuga más grande encima de otra pequeña que casi no podía respirar», recuerda.

 «Hoy en día ya nadie mata» tortugas, y últimamente se ven más ejemplares en el mar, asegura.

Para los pescadores acabó siendo un problema atrapar tortugas por accidente, pues les insume un tiempo que necesitan para atrapar la «joya del mar», un pez espada gigante, de los más cotizados en el mercado, pues se vende a unos 50 dólares el kilogramo, enfatiza el coordinador de Tamar.

Breves latinas

ARGENTINA

Histórico fallo defiende humedal
BUENOS AIRES.-
Un terraplén de 20 kilómetros construido por una empresa agropecuaria en el humedal Esteros del Iberá, en la oriental provincia argentina de Corrientes, deberá ser demolido por orden judicial.   En un fallo sin precedentes, el Superior Tribunal de Justicia de Corrientes confirmó así la resolución de primera y segunda instancia de un proceso iniciado en 2005 por un poblador.

BRASIL
Bancos con  defensa amazónica
RÍO DE JANEIRO.-
   Los bancos, tanto públicos como privados, tendrán que aplicar desde el 1 de julio criterios ambientales en la concesión de créditos para actividades rurales en la Amazonia brasileña.    Certificaciones agrarias y ambientales y adecuación a la delimitación ecológico-económica serán exigidas.

MÉXICO
Autopista genera conflicto
MÉXICO.-
Un proyecto de construcción de 62 kilómetros de autopista en una zona vecina a la capital de México, donde hay un importante cuerpo boscoso, enfrenta a gobierno, ambientalistas y pobladores.    Si el gobierno aprueba la construcción de la autopista Lerma-Tres Marías, tal como se prevé, «todos los compañeros daremos guerra hasta que el proyecto se eche para atrás».

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