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En marcha producción mexicana de etanol de algas

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VERÓNICA DÍAZ FAVELA
MÉXICO.
  La empresa mexicana BioFields producirá desde 2014 biocombustible a base de algas en una planta de gran escala situada a 300 kilómetros de distancia de Estados Unidos, que será su principal cliente.

Las oficinas corporativas de BioFields se ubican en el piso 12 de un lujoso edificio en Lomas de Chapultepec, una exclusiva zona de la capital. Por ahora no vende nada, pero planifica revolucionar el mercado de los biocombustibles.

Antes de fin de año,  comenzará a construir una central piloto para obtener etanol a base de algas en Puerto Libertad, un poblado de casi 3,000 habitantes en el municipio de Pitiquito, en el norteño estado de Sonora, dijo a esta periodista Sergio Ramírez, director de asuntos corporativos.

La planta deberá quedar terminada en el segundo semestre de 2010, agregó Ramírez, quien también fue el primer empleado reclutado por la firma fundada en febrero de 2007.

BioFields posee los derechos para usar en México la tecnología “Direct to Ethanol” (Directo a Etanol), desarrollada por la empresa Algenol, que permite producir biocarburante a base de algas verde-azuladas híbridas, explicó.

Las algas producen etanol naturalmente, y la técnica aplicada optimiza el proceso para que sea directo y a escala industrial. El etanol resultante podrá mezclarse con gasolina en distintas proporciones, reduciendo las emisiones de gases invernadero causadas por el transporte.

“El gran éxito de esta tecnología es que encontramos un alga que secreta el etanol naturalmente, ahorrándose dos procesos industriales: la fermentación y la síntesis en etanol. Eso hace que cada microorganismo sea una minifábrica”, señaló Ramírez.

Para que las algas crezcan y se reproduzcan, las colocarán en estanques con bolsas de plástico llenas de agua salada que bombearán desde el Mar de Cortés, distante a unos metros de la planta, explicó.

Las algas se alimentarán de radiación solar, nitratos y el dióxido de carbono que arroja una de las termoeléctricas más contaminantes de México, ubicada en Puerto Libertad.

Para absorber ese dióxido de carbono, la planta piloto será construida en un terreno de una hectárea y media dentro de la termoeléctrica, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), entidad generadora paraestatal de México.

Si el proyecto marcha como esperan, la CFE se quedará con los recursos que genere la captación de dióxido de carbono a través del Mecanismo de Desarrollo Limpio previsto en el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático.

El MDL permite que  naciones ricas obligadas a reducir  contaminación climática compensen parte de sus emisiones de gases de efecto invernadero financiando proyectos para abatirlas en  países en desarrollo.

Una vez probada la fórmula, se construirá una gran planta industrial junto a las instalaciones de la CFE, en un terreno desértico de 22,000 hectáreas. El objetivo es producir más de 946 millones de litros para 2014, y cerca de 3,800 millones de litros en 2020.

La inversión será de US$850 millones, provenientes del fundador y director general de BioFields, Alejandro González, propietario de Grupo Gondi, una de las mayores empresas de reciclaje de cartón en México.

El primer cliente de BioFields será México, ya que a partir de 2012 Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene previsto suplir los oxigenantes de la gasolina (que representan cinco por ciento de cada litro) por etanol, por lo que necesitará más de 3,000 millones de litros por año.

Pero BioFields también planea exportar. “Estamos a menos de 300 kilómetros de (los estados estadounidenses de) California, de Arizona y Nuevo México, que son los tres principales mercados consumidores de etanol del mundo”, detalló Ramírez.

También apuesta a Japón y Europa, con quienes México tiene firmados acuerdos comerciales que reducirían los aranceles de importación.

Pero Ramírez reconoció que BioFields enfrentará grandes retos antes de convertirse en una empresa rentable. Primero, deberá consolidarse el mercado mundial de los biocombustibles.

Si en lo próximos años se desarrolla una tecnología que permita extraer petróleo de aguas profundas a bajo costo, de  forma que las reservas mundiales aumenten, el mercado de los agrocarburantes no tendrá el argumento del abasto energético para consolidarse. 

Seguros ambientales contra el cambio climático

MONTEVIDEO   (Tierramérica)  Un seguro de riesgo compartido para catástrofes en el Caribe podría constituirse en modelo de estrategia colectiva para afrontar desastres naturales causados por el cambio climático, dijo a IPS John Nash, economista principal del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Nash fue uno de los expertos entrevistados por Tierramérica para la elaboración del “Primer Informe Regional sobre Cambio Climático – América Latina ante los efectos irreversibles de un planeta más caliente”, presentado este mes en Montevideo. El siguiente es un resumen de esa entrevista.

Tierramérica: ¿Existen planes regionales de contingencia o sistemas de alerta temprana para abordar los eventos climáticos extremos en la región?

JN: Bajo los auspicios del Banco Mundial, se implementó el Seguro de Riesgo Compartido para Catástrofes en el Caribe (CCRIF por sus siglas en inglés). Éste permitirá que los  países  de la región tengan un acceso inmediato a dinero en efectivo si son azotados por  huracán o  terremoto.

Compartir el riesgo permitirá a los 18 países participantes ahorrarse aproximadamente 40% del pago de sus primas individuales.

Hay trabajos exploratorios para crear una entidad similar para los países de América Central. También hemos trabajado con países de la región para crear o mejorar sus sistemas de seguros agrícolas meteorológicos, y  desarrollar capacidades para aliviar parte del riesgo en los mercados internacionales de reaseguros, lo que será útil para mitigar los impactos de los  patrones meteorológicos sobre  producción agrícola.

Desafortunadamente, en varios países la infraestructura para controlar el estado del tiempo se ha deteriorado con los años. Esto tendrá que ser corregido, lo que requerirá inversiones y habrá que profundizar en los mercados locales de seguros.

Tierramérica: ¿Hay intercambios de información, bases de datos compartidas o acciones conjuntas entre países para una adaptación temprana de las manifestaciones más serias del cambio climático?

JN: Los ejemplos más claros son el CCRIF y el trabajo en curso para evaluar los riesgos de catástrofes en América Central.

Tierramérica: ¿Cuál es el impacto actual del cambio climático en el sector agrícola y cuáles son las medidas más factibles de adaptación y mitigación?

JN: A causa de la variabilidad inherente a la meteorología, es difícil atribuir al cambio climático los eventos específicos que afectan hoy a la agricultura. Pero está claro que, como la productividad agrícola depende mucho del estado del tiempo, éste será uno de los sectores más afectados por el cambio climático. Es probable que los impactos varíen mucho de una región a otra, y algunas regiones templadas como el Cono Sur pueden experimentar un aumento en sus rendimientos  moderados de temperatura.

Pero si éstas siguen subiendo, la productividad caerá inclusive en esas regiones. A largo plazo, las pérdidas de ingresos proyectadas a 2100 para América Latina van de 12%, en un escenario de cambio climático leve, a más de 50%  en un contexto más severo y a pesar  que los agricultores hayan adoptado medidas para minimizar el daño.

Las respuestas necesarias para la adaptación serán específicas de cada lugar. Pero un estudio reciente concluyó que quienes integran entornos productivos muy diferentes generalmente priorizan medidas similares: innovaciones tecnológicas, mejor manejo hídrico, mejores sistemas de información climática y un sistema integrado de los recursos naturales y la producción.

Cortos

Agricultura resistió a El Niño

TEGUCIGALPA,    (Tierramérica)  La seguridad alimentaria para 2010 está garantizada en Honduras, ya que la presencia del fenómeno de El Niño no afectó la producción de granos básicos, informaron a Tierramérica fuentes oficiales y privadas. La producción de frijoles fue de 1,7 millones de sacos, la de maíz 22 millones de quintales (unos 1.012 millones de kilogramos) y la de arroz rondó los 800.000 sacos, que garantizan el consumo interno y de exportación en los próximos 10 meses´.

Plástico ecológico a base de quinoa

RÍO DE JANEIRO, (Tierramérica)  La quinoa (Chenopodium quinoa Wild), un completo alimento nativo de los Andes, es materia prima de un plástico biodegradable desarrollado en la brasileña Universidad de Campinas.   Los microorganismos lo descomponen en 18 días, mientras  el plástico petroquímico convencional  dura más de 600 años, dijo a Tierramérica la peruana Patricia Farro, responsable de la  investigación.

Organizados contra el clima

CARACAS (Tierramérica). Habitantes de la localidad agrícola de Panaquire, fundada en una llanura susceptible a las lluvias 50 kilómetros al sudeste de Caracas, se organizaron para prever afectaciones por el cambio climático mediante un Sistema Comunitario de Alerta Temprana Hidrometeorológica. “Los vecinos se han adiestrado en monitoreo de lluvias y niveles de los ríos, y organizado para acudir a refugios y facilitar el acceso de bomberos”.

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