Tierramérica
Juguetes de cuidado

<STRONG data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2007/08/F6347012-5EA5-4197-97FD-99FA62EC31B6.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=267 data-eio-rheight=390><noscript><img
style=

El escándalo de los juguetes chinos contaminados ha puesto en duda la seguridad sanitaria de los productos para niños en todo el mundo y en especial en América Latina.

Por Diego Cevallos* – IPS/IFEJ
MÉXICO, ago (IPS/IFEJ)  Entre una cuarta parte y la mitad de los juguetes que llegan a manos de niñas y niños de varios países de América Latina fueron contrabandeados y muchos contienen sustancias peligrosas para la salud.

La inseguridad sanitaria de los juguetes se combate con periódicos pero insuficientes operativos de las autoridades, pero no es privativa de los productos de contrabando, como demostró el retiro de decenas de miles de piezas de la fabricante Mattel, la mayor empresa del rubro juguetería.

La capacidad de control de las autoridades es escasa en esta región.

Detectar si un juguete es seguro queda entonces en manos de los consumidores, que suelen privilegiar el precio y están poco acostumbrados a exigir calidad en sus compras, según observadores.

Los productos retirados por la empresa estadounidense Mattel –que llegaron a casi 20 millones en todo el mundo cuando la firma detectó que contenían pinturas con elevadas concentraciones de plomo y pequeñas piezas imantadas desprendibles– representan apenas una porción del mercado latinoamericano.

Estimaciones de grupos empresariales y algunos estudios indican que, en México, más de la mitad de los juguetes que se comercializan llegan por contrabando o son copias ilegales, mientras en Brasil 25 por ciento están en esa situación. En los demás países se registran niveles similares.

A mediados de este mes, la policía fiscal de Perú decomisó tres toneladas de juguetes que, según explicó, despedían un fuerte olor y presentaban a simple vista coloraciones excesivamente brillantes. El reporte indicó que gran parte del cargamento iba a distribuirse en tiendas establecidas.

En Colombia, los decomisos de juguetes de dudosa procedencia y calidad  sumaron siete millones de dólares entre enero y agosto, mientras en México lo incautado se estimó en 3,5 toneladas en ese mismo periodo.

En este país, el no gubernamental Instituto para la Protección Privada de la Propiedad Intelectual calcula que sólo en enero, cuando se celebra la tradicional fiesta de Reyes Magos, las ventas de juguetes legales sumaron alrededor de mil 800 millones de dólares, cifra que no llega ni a la mitad de la estimada para los de origen ilegal.

«Estando en pañales la cultura del consumidor en América Latina y debido a la falta de controles, los juguetes pirata, pero también los legales –no siempre libres de compuestos peligrosos– representan un serio peligro para los niños», dijo al ser entrevistado Alejandro Calvillo, director de la organización no gubernamental mexicana El Poder del Consumidor.

Fuentes oficiales consultadas para este artículo en varios países  reconocieron que los controles son escasos.

En Brasil, donde las inspecciones de juguetes son aleatorias, Mauro de Britto, jefe de la división de combate al contrabando en las aduanas, informó que se llega a verificar 20 por ciento de esos productos y aseguró que tal nivel ya es uno de los más altos del mundo.

Pero, según especialistas en comercio exterior, sólo tres por ciento de los productos importados por Brasil son analizados rigurosamente en cuanto a su contenido y documentación.

De Britto argumentó que el control total es imposible, «pues no hay cómo fiscalizar todo sin comprometer y paralizar los intercambios comerciales».

En Colombia, el director de Salud Pública del Ministerio de Protección Social, Gilberto Álvarez, indicó que fiscalizar el mercado juguetero corresponde al Ministerio de Comercio y a la Superintendencia de Industria. Pero ellos «niegan esta responsabilidad» porque, a su entender, «poner la cara» no resulta bueno, denunció.

La dependencia aludida por Álvarez replicó a su vez que la inacción responde a una falta de legislación adecuada.

En México existen normas sobre la calidad de los juguetes desde 1994, y vela por su aplicación, con controles aleatorios, la oficial Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

No obstante, al igual que otras dependencias en el resto de los países, la mexicana hace poco o casi nada en relación a la calidad de los juguetes de contrabando.

Tampoco logra detectar problemas como los de Mattel, que el 1 de agosto reconoció públicamente que algunos de sus productos, elaborados en China, contenían plomo y serían retirados del mercado.

Con este caso, la cuestión de los controles se puso en la palestra también en el mundo industrial.

En Colombia, el Ministerio de Protección emitió el día 15 una normativa que, alegó, tiene «el propósito de proteger la vida, la salud y la seguridad humana» y «establece los requisitos sanitarios que deben cumplir los juguetes que se fabriquen, importen y comercialicen en el territorio nacional»

**

ACENTOS
Quilombos brasileños resisten la exclusión

Por Fabiana Frayssinet *
Depositarios de lo que hoy se conoce como cultura afrobrasileña, los quilombos persisten, pero marcados por el abandono.

RÍO DE JANEIRO, ago (Tierramérica)  Más de un siglo después de la abolición de la esclavitud, persisten en Brasil pequeñas villas remanentes de los «quilombos», reductos de libertad creados por los esclavos africanos fugitivos en los siglos XVII y XVIII.

Quienes conseguían escapar, se refugiaban en medio de la selva o en cerros o montañas inaccesibles, para resistir al orden colonial. Bajo distintos nombres –por ejemplo palenque– esas zonas liberadas existieron en toda la América Latina colonial.

«Hoy también intentan resistir, creando lazos de identificación histórica y cultural», señaló a Tierramérica Givânia Santos, subsecretaria de Políticas para Comunidades Tradicionales de la gubernamental Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial (Seppir).

Un plan gubernamental de desarrollo busca mejorar sus condiciones de vida, de las peores de Brasil.

Coordinada por la Seppir, la propuesta para los «quilombolas» (habitantes de los quilombos) incluye titulación de tierras –iniciada durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003)–, mejora de carreteras, saneamiento, abastecimiento hídrico y educación y salud.

El Programa de Desarrollo para Quilombolas, con participación de siete ministerios, se enmarca en otro creado por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en 2004 «para rescatar la identidad y mejorar las condiciones de vida de esas comunidades», según su documento constitutivo.

Se intenta beneficiar inicialmente a 525 comunidades de 22 estados, con miras a aumentar ese objetivo hasta 2010. Y se centrará en garantizar el acceso a la tierra.

«El desarrollo de una comunidad rural sin tierra es ficticio. Si no tienen sus tierras regularizadas, si éstas están tomadas o invadidas, ¿de qué tipo de desarrollo podemos hablar?», planteó Santos.

«Es común asociar los quilombos a las clases de historia del colegio, o a algo restringido al pasado que habría desaparecido del país con el fin de la esclavitud» en 1888, afirma la Seppir.

Pero estas comunidades existen casi en todo el país, con mayor concentración en Bahía (oriental), Mato Grosso (occidental), Goiás (central), Minas Gerais (sudoriental) y Pará (septentrional). Pero también en ciudades como Río de Janeiro y São Paulo.

«Muchas comunidades urbanas no lo eran; las ciudades llegaron a ellas y no a la inversa», sintetizó Santos.

«La legislación en vigor reconoce a los quilombos a partir de la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que establece la autodeterminación de los pueblos», agregó Santos, quien se define como «originaria» de una comunidad quilombola, Conceição das Crioulas, en el noroccidental estado de Pernambuco.

Un relevamiento de la estatal Fundación Palmares detectó mil 170 comunidades remanentes de quilombos. Pero la Seppir calcula que pueden superar las tres mil.

Esto representaría 1,7 millones de personas, en un país de 189 millones de habitantes. Según el censo de 2002, 48 por ciento de los brasileños son negros y mulatos.

**

ECOBREVES

BRASIL
Deforestación amazónica impacta en toda la sociedad

BELÉM, Brasil.-  La deforestación produce más perjuicios que ganancias sociales y económicas en la región amazónica, concluye un informe publicado por el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia.

La tala de selvas «genera un auge de empleo y réditos de no más de 20 años. Con la caída de las existencias madereras y el establecimiento de la agropecuaria, comienza el colapso social, económico y ambiental en la mayoría de los municipios de la región», explicó a Tierramérica Danielle Celentano, coautora del estudio «El avance de la frontera en la Amazonia: Del boom al colapso».

«La carga de esta ocupación desordenada es transferida a toda la sociedad», agregó.

En tres décadas, la deforestación afectó de 0,5 por ciento de los bosques originales a casi 17 por ciento. Catorce por ciento de las áreas deforestadas ya están degradadas y abandonadas.

VENEZUELA
Crean banco para depositar basura

CARACAS.- Un «banco de la basura» se estrenará este año en  Santa Teresa del Tuy, una ciudad-dormitorio al sudeste de Caracas donde viven casi 300 mil personas y se generan diariamente 100 toneladas de desechos sólidos, informó a Tierramérica su principal propulsor, el ecologista Oswaldo Alvarado.

El banco «recibirá basura clasificada por los habitantes y la colocará por kilogramos en cuentas individuales, ahorrando metal, plástico, papel, cartón y vidrio. Ganarán los mismos intereses del mercado y a los tres meses podrán retirar hasta 80 por ciento de lo depositado», dijo Alvarado.

La alcaldía de Santa Teresa dispuso un crédito de 186 mil dólares para que el banco acondicione dos galpones y molinos, trituradoras y compactadoras. Cuarenta por ciento de la basura allí es reciclable y se prevé que la iniciativa genere ingresos superiores a dos mil 400 dólares mensuales, dijo el responsable de Ambiente, Jesús Peñaloza. 

CUBA
Flamencos rosados vuelven a anidar

LA HABANA.- Los nidos de flamencos rosados (Phoenicopterus ruber ruber), que experimentaron una brusca caída con las sequías cubanas de 2004 y 2005, vivieron un boom el año pasado, con la normalización de las lluvias.

Se contabilizaron 140 mil ejemplares, entre adultos y crías, en la desembocadura del río Máximo en la provincia de Camagüey, a 534 kilómetros de La Habana, dijo a Tierramérica José Jomarrón, experto en áreas protegidas.

Científicos y residentes de la comunidad de La Mola, Camagüey, finalizaron a mediados de agosto un proceso de identificación de 300 nuevos ejemplares de flamencos rosados.

Les colocaron un anillo de color naranja, visible a gran distancia, para controlar rutas migratorias, comportamiento, tiempo de vida, edad reproductiva y otros aspectos, explicó Jomarrón.

Los flamencos viajan anualmente desde todo el Caribe y las Antillas  para refugiarse en la desembocadura de los ríos Máximo y Camagüey, a fin de reproducirse.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas