El Servicio Geológico norteamericano hace pocos meses informó al Gobierno dominicano que en la bauxita que se encuentra en Pedernales hay tierras raras, es decir, que hay elementos de escandio, itrio y otros quince minerales que ahora resultan ser estratégicos y cuya mayor producción se encuentra en China, aunque también en algunos países suramericanos. Estas tierras raras se utilizan para la confección de teléfonos celulares, pantallas de plasma, turbinas de viento y satélites, entre otros productos de la alta tecnología.
Toda bauxita contiene algunos de los elementos que componen las tierras raras, pero la proporción varía según las características de los depósitos.
En ciertas esferas de nuestro Gobierno se cree que esa noticia representa la salvación para muchos de nuestros problemas económicos. Pero ese organismo norteamericano prestó un mal servicio a los dominicanos al no informarle que en ningún país del mundo se ha encontrado una forma de extraer en forma económica tierras raras de la bauxita. El país que más ha tratado de hacerlo ha sido Jamaica.
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Las tierras raras solo se pueden extraer de la bauxita en su etapa intermedia, cuando es convertida a alúmina (óxido de aluminio) antes de la etapa final en la que se produce el aluminio. En la producción de alúmina surge una especia de escoria el llamado “lodo rojo” que se deposita en áreas que lucen como lagunas. En Jamaica desde hace años existen varias plantas de alúmina, pero si se lee el principal periódico jamaiquino “The Daily Gleaner” del 4 de febrero de 2013, es decir de hace más de diez años, uno se enterará de que su Gobierno había contratado a la empresa japonesa Nippon Light Metal Company, para ver si era comercialmente viable extraer tierras raras del “lodo rojo” resultante de la producción de alúmina. En toda producción de bauxita existen tierras raras, ya sea en Pedernales o Jamaica, pero el problema es cómo extraerlas comercialmente.
En Jamaica se utilizaron 30 toneladas de “lodo rojo” a las cuales se aplicaron ácidos para ver si se podrían extraer algunos de los 17 elementos típicos de las tierras raras. Esa empresa japonesa invirtió US$3 millones en ese proyecto piloto, pero fracasó y, dos años después, Geophysix Jamaica trató de hacerlo con los mismos resultados negativos.
Hace mucho tiempo que se sabe que la bauxita contiene tierras raras, pero hasta ahora ni en Jamaica ni en ningún otro lugar se ha encontrado la forma de comercialmente separar esas tierras del “lodo rojo”. Hace cuatro años que Dada Holdings, anunció un esfuerzo con una compañía canadiense, Enerwoxa para tratar de sacar tierras raras del “lodo rojo” existente en una refinería de alúmina en Gramercy, Luisiana. También fracasó. Empresas rusas y chinas han tratado de sacarlas del “lodo rojo” almacenado en Jamaica y tampoco han tenido éxito.
Toda esa información la hemos tomado del principal periódico jamaiquino, pero tal vez lo importante sería que nuestro gobierno, específicamente el presidente Abinader, le solicite al primer ministro de Jamaica que nos envíe a su mejor experto en tierras raras, bauxita y alúmina, tal vez el director del Instituto Jamaiquino de Bauxita. Mientas tanto no debemos contar con la posibilidad de encontrar en la bauxita que queda en el país una nueva explotación para convertirla aquí en alúmina y extraer tierras raras. No debemos repetir el error del presidente Antonio Guzmán quien anunció falsamente que en Charco Largo había petróleo cuando realmente no lo había. Por otro lado, si es que algún día resulta económica exportar bauxita por su contenida de tierras raras, habría que utilizar otro muelle para los turistas pues la bauxita con el viento “enrojecería” a los turistas en los momentos de su desembarco y embarque.