Tino de cirujano

Tino de cirujano

La coyuntura que afecta al mercado petrolero desde que el huracán Katrina hizo desaparecer la mayor parte de las plataformas petroleras del Golfo de México obliga a revisar los esquemas en base a los cuales se manejan actualmente las economías de los países que dependen de la importación de petróleo y sus derivados.

Se intuye que, por la magnitud de los daños, no habría en el corto plazo una normalización del mercado de hidrocarburos y que, en esa virtud, los ajustes periódicos de los precios de estos renglones podrían inducir alzas considerables en los precios de bienes de consumo masivo y servicios vitales.

Esto habrá de tener consecuencias muy severas para las condiciones de vida de mucha gente y los gobiernos están obligados a buscar fórmulas para atenuar los perjuicios.

-II-

En el caso nuestro, este fin de semana hemos visto como el desastre en el Golfo de México ha disparado los precios de los hidrocarburos a niveles sin precedentes y se anticipan aumentos aún más severos para los próximos días.

Hasta el momento, las autoridades se han limitado a transferir hacia los usuarios las alzas aplicadas a los derivados del petróleo en el mercado internacional y a anunciar medidas de ahorro de combustibles y energía.

No se conoce que haya previsiones para evitar que las alzas en los combustibles produzcan un efecto de avalancha en los precios de cuantos bienes y servicios se ofrecen en el mercado, como una reacción de productores y comerciantes no sólo frente a los escalamientos ejecutados en el fin de semana, sino también los anticipados por el Gobierno para los próximos días.

Para hoy se prevé que unos veinte artículos de consumo masivo experimentarán alzas de precios que, probablemente, tendrán un componente de previsión ante los aumentos de los combustibles anticipados para el corto plazo.

-III-

El Gobierno tiene que manejar con mucha cautela la difícil coyuntura actual para evitar un estado de nerviosismo que provoque en la economía distorsiones más severas que las que corresponderían al estado de cosas que tenemos por delante.

Hay que recordar que el país llegó a alcanzar niveles de inflación de dos cifras debido a que las alzas de precios obedecían no sólo a la realidad tangible y actual de las alzas del dólar, sino también al efecto sicológico causado por el nerviosismo que predominaba en el mercado cambiario, que hacía que productores y comerciantes exageraran sus medidas de previsión para reposición de inventarios.

En la actual coyuntura, anticipar los niveles de las alzas de los hidrocarburos podría parecer una actitud de transparencia de las autoridades, pero podría también convertirse en un factor que induzca a productores y comerciantes a reajustes exagerados de precios para tratar de protegerse de eventuales pérdidas.

La coyuntura es realmente difícil y hay que manejarla con precisión de cirujano.

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