El tipo de cambio, que el pueblo llama “la prima”, requiere una nueva estrategia a largo plazo, dentro del nuevo orden de los tratados comerciales. Hasta 1946 circulaba el dólar de EE.UU. Con la creación del Banco Central en 1947, se creó el peso dominicano. Luego, comenzaron las variaciones de la moneda hasta 1991, donde volvió a tener estabilidad en el periodo 1992-2001, pero en octubre de 2002 se inicia la desconfianza en el Poder Ejecutivo y las autoridades monetarias devaluaron la moneda hasta 59 pesos x un Dólar.

La Junta Monetaria debería determinar el tipo de cambio que le conviene al país, dentro del esquema de los tratados comerciales, para lo cual mi opinión es la siguiente: cambiar el peso por el dólar norteamericano y hacer un acuerdo con los países de Centroamérica, para establecer un tipo de cambio común, dentro del DR-CAFTA, que sería el dólar, para que haya uniformidad de moneda en el Dr-Cafta.

El Banco Central tiene que hacer contactos con los Bancos Centrales de Centroamérica, para que lleguen a un acuerdo común de establecer una política cambiaria que favorezca el desarrollo, dentro del modelo económico a instituirse con el DR-CAFTA. Costa Rica tuvo mini-devaluaciones hasta sep. 2006. A partir de oct. 2006 tiene un tipo de bandas cambiarias, con un piso y un techo, fijado por el Banco Central. Si el tipo de cambio se quiere salir de la banda, interviene el Banco. El Salvador tiene el dólar como moneda y así diferentes tipos de cambios en los demás países del DR-CAFTA. Hay suficientes motivos para fijar una política cambiaria común con Centroamérica. En el MERCOSUR, en una ocasión, Brasil devaluó la moneda, para exportar más a Argentina y se presentaron conflictos económicos.

El Ministerio de Economía, dentro del Plan de Desarrollo, debería hacer énfasis en las exportaciones, para garantizar el crecimiento y fortalecer la moneda dominicana. El modelo económico tiene que estar basado en el ahorro y la inversión, con un tipo de cambio competitivo y estabilidad macro-económica, donde el Gobierno debería trabajar con una visión a largo plazo, donde se manejen con transparencia los escasos recursos financieros.

Igualmente, la inversión pública, dentro del Presupuesto Nacional, debería ser de un 40% y los gastos corrientes, que nunca pasen de un 60%. En este aspecto, la administración Balaguer cumplía con estos parámetros.

Trabajar, pensando en el país es la consigna, para sacar a la nación del atraso e ir progresando, siempre en la consecución del desarrollo.

El DR-CAFTA conlleva un cambio de modelo económico, donde el empresario tiene que dominar los conceptos de economía, ventajas absolutas, ventajas comparativas y ventajas competitivas, dentro de un ambiente de tecnología de punta e innovaciones, para poder penetrar en los mercados de USA y Centroamérica. Finalmente penetrar con la EPA, a la Unión Europea.