Al parecer las piedras y otros objetos arrojadizos se han convertido en los protagonistas de las campañas políticas en la República Dominicana. La violencia se hace presente en las manifestaciones cuando elementos de diferentes partidos, e incluso del mismo bando pero de diferente tendencia,  se agreden verbal y físicamente. Primero fue al hijo del presidente Leonel Fernández, Omar Fernández Domínguez, quien se encontraba en  una tarima instalada por el movimiento «Soporto», que apoya a la candidatura de Danilo Medina.

Luego el presidente  Leonel Fernández fue víctima de otra agresión cuando alguien lanzó una botella al paso de su caravana durante un acto político en Santo Domingo. En esta ocasión el lanzamiento no hizo diana y el Presidente resulto ileso.

Por otro lado, en la calle Doña Chucha del  barrio 27 de Febrero, en la zona Norte de la Capital, se produjo otro acto vandálico antes del paso por el lugar de Danilo Medina y Margarita Cedeño de Fernández, quienes encabezaban  una marcha que abarcó las tres circunscripciones del Distrito Nacional.

La tonalidad que ha tomado la campaña electoral es preocupante, no sólo para los mismos políticos, también lo es para el bienestar de la nación.

Ahora la historia se repite  en el lado opuesto: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) debido a que una caravana en Puerto Plata  fue objeto de pedradas donde mujeres y hombres resultaron con heridas, y diversos carros que transitaban en la manifestación política sufrieron rupturas en cristales.

Al parecer un grupo de personas quiere boicotear la campaña electoral. Las autoridades deben de tomar cartas en el asunto, reforzar la vigilancia y las acciones de inteligencia en las manifestaciones de campaña, para atrapar a quienes decidan  intentar cualquier agresión y someterlos para que paguen por sus faltas.