La semana pasada se publicó en El Caribe un interesante artículo sobre el avance del arbitraje femenino en el fútbol dominicano.

 Si bien el reportaje estuvo bien logrado, en el mismo hubo omisiones (casuales o intencionadas) de la mujer que más alto ha puesto el nombre del arbitraje del fútbol femenino de la República Dominicana. No se podrá escribir la historia de la mujer en el arbitraje del fútbol dominicano sin citar a Amarilis Jacqueline Merette.

 Es más, nos atrevemos a decir que no se puede escribir la historia del arbitraje en el fútbol dominicano en general sin citar ese nombre.

Amarilis Jacqueline Merette es la única árbitro de República Dominicana que ha pertenecido a dos asociados de la FIFA, República Dominicana y Suiza. Además, tuvo los gafetes de FIFA y la UEFA.

 En nuestro país ella nunca ha sido valorada en su justa medida.

Por varios años estuvo integrada al fútbol suizo (masculino) de alto nivel, y fue designada en varios encuentros del fútbol femenino de la UEFA, recibiendo altas calificaciones por los supervisores.

Pero lo de Jacqueline no queda ahí. En varias ocasiones ha estado en el país, desinteresadamente, impartiendo cursos para la formación de árbitras dominicanas.

Y muchas de las que aparecen en el reportaje citado han sido sus alumnas.

En Europa participó en partidos con algunos de los mejores árbitros de ese continente en su momento, como es el caso de Urs Meier (No. 10 entre los mejores de todos los tiempos).

Jacke Merette es una mujer que ha aportado mucho de sí a favor del fútbol dominicano, principalmente en el arbitraje femenino.

Nos quitamos el sombrero ante Amarilis Jackeline Merette.

En su planes futuros, y así se publicó el año pasado en la prensa nacional, está la creación de una academia para la formación de árbitros de fútbol en ambos sexos.

En dicha institución   espera transmitir toda su experiencia  a los futuros jueces del fútbol dominicano, pues ha participado en  diferentes eventos internacionales.