El pasado viernes la selección de fútbol dominicana logró un agónico empate (minuto 92) ante Barbados en su lucha por seguir en la ruta del Mundial de Catar 2022.
Ese empate le permitió llegar con vida al partido que jugaba como visitante anoche en Panamá, en el cual se decidiría cuál de los dos sigue con vida (escribimos martes 8 en la mañana). Ante los panameños solo nos valía la victoria.
Cuando el entrenador mexicano Jacques Antonio Passy Kahn tomó las riendas del seleccionado el pasado agosto 2020, lanzó un mensaje a los seguidores del fútbol, que recogemos aquí: “Les digo que van a encontrar un cuerpo técnico total y absolutamente comprometido que va a trabajar incansablemente por hacer de este equipo un histórico.
“Sabemos las condiciones y el potencial del fútbol dominicano, pero de nada sirve si no construyes alrededor de este, si no logras resultados pronto que ilusionen, así que voy a poner de mi parte junto con todo el cuerpo técnico todos los recursos, experiencia que tenemos e intención para que el equipo logre aspectos nunca logrados…”.
(El Caribe, 3-8-2020).
Por la forma desordenada y atropellante que hemos visto como juega el seleccionado dominicano, con pocas llegadas a las áreas y arcos rivales, dudamos que anoche consiguiéramos el triunfo y el pase a la siguiente fase de las eliminatorias, incluso podríamos temer que lo único histórico que consiguiera Passy fuese un resultado histórico adverso.
No es con una bonita verborrea, pintando pajaritos en el aire, “castillos de hielo en el Caribe” ni cambiando dólares (oro) por “espejismos” que se logran resultados.
Es poniendo en cancha un equipo que juegue bien, coordinado, que además de una sólida defensa cuente con un ataque que tenga llegadas al arco contrario. Y de esto último adolecemos mucho.
Passy, creo que fracasaste en la primera presentación, a menos que ocurriese un milagro anoche.