Ayer la República Dominicana jugaba su cuarto partido en las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. El seleccionado dominicano estaría jugando su segundo encuentro ante Surinam, equipo con el que empató 1-1 el pasado mes. Como escribimos antes del juego, desconocemos el resultado del mismo, así como el que jugaban anoche El Salvador y el conjunto de Islas Caimán. Los encuentros serían a las 5:00 p.m. el primero, y a las 9:30 p.m. el segundo. Por cierto, ayer ningún periódico publicó esta información.

El pasado viernes, los dominicanos perdieron de El Salvador por 2 goles a 1. En la ida, los centroamericanos habían ganado 3-2. Independientemente de lo que haya sucedido en Surinam, y dando por descontada una victoria de El Salvador ante las Islas Caimán (ya le ganaron como visitante 4 a 1), la República Dominicana habrá quedado eliminada de su sueño mundialista.

La semana pasada aseguramos que no lograríamos avanzar en esta fase (que no era un vaticinio del otro mundo), y los resultados nos han dado la razón. ¿Cómo se puede pensar que se puede avanzar con tan solo haber logrado un punto de seis posibles? Y además, en la forma que jugó nuestro equipo nacional los dos primeros partidos nos llevaron, sin fanatismos, a asegurar su descalificación.

Y es lamentable porque este era, para nosotros, el grupo más débil de las eliminatorias, y así lo decíamos en la columna del 3 de agosto 2011 tras conocerse el resultado del sorteo: “por mucho, el grupo que nos tocó es el más débil de los de la primera ronda. Es un grupo en el que se puede avanzar. Salimos premiados.” Y al final, resultó ser más débil de lo que creíamos. Pero no pudimos lograr un solo resultado positivo ante los favoritos de El Salvador. O, ¿dos derrotas por la mínima son resultados positivos?

Hasta antes del partido de ayer con Surinam, solo hemos logrado un empate 1-1 ante este mismo conjunto. A nuestro seleccionado le hace falta mucho trabajo, pero continuo. No se puede seguir con convocatorias puntuales. ¡Seguiré!