La selección dominicana acaba de celebrar sus dos primeros compromisos del cuadrangular que le ha tocado jugar rumbo a las eliminatorias del Mundial de Fútbol Brasil 2014.

El pasado viernes, en el Estadio Cuscatlán, de San Salvador, con la asistencia aproximada de 30 mil fanáticos, el onceno dominicano logró un honroso resultado al perder 3-2 ante los salvadoreños, a pesar de jugar casi el segundo tiempo completo con diez hombres.

Ayer, en el Estadio Panamericano de San Cristóbal, terminaron empatando a un gol ante el seleccionado de Surinam.

El otro rival del equipo dominicano en el Grupo A de la segunda fase de la CONCACAF los es el equipo de las islas Caimán, con el que estará jugando en el mes de noviembre. En octubre, los dominicanos reciben a El Salvador, y visitan a Surinam.

Aunque el equipo dominicano presenta graves limitaciones técnicas, el arrojo y la entrega de los futbolistas dominicanos, y la suerte que les acompañó en El Salvador, le sirvieron para lograr el resultado que aunque se perdió, sabe a victoria.

Ayer, enfrentaron a un luchador conjunto de Surinam, y lograron un empate. Empezamos perdiendo por un penal en contra, pero luego, en el segundo tiempo, conseguimos el empate. A Surinam se le pudo y se le debió ganar, pero el equipo dominicano es nulo en la creación del juego. No hay un hombre en la mediacancha que pueda ser el eje de este conjunto. No se sale jugando, y más bien al despeje a cualquier parte.

Si la derrota ante El Salvador tuvo sabor a victoria, este empate duele como si hubiese sido una derrota.

No creemos que lograremos a avanzar a la siguiente fase, pero debemos seguir trabajando, convocando jugadores no solo para los casos puntuales de las eliminatorias.

En el seleccionado nacional debe haber una gerencia, no de boca, sino de hecho.

Siempre lo hemos dicho. Falta mucha capacidad para manejar no solo el seleccionado nacional de fútbol, sino el todo el fútbol del país.