Hace varias semanas se ha podido observar cómo se acerca un divorcio entre el Real Madrid y su entrenador José Mourinho.

Los últimos días las relaciones del técnico portugués y sus jugadores han empeorado, mientras que el presidente del club blanco se resiste a despedir al luso.

El último acto del “culebrón” ocurrió en Málaga (donde perdió el Real Madrid), en el último encuentro de 2012, cuando Mourinho dejó en el banco de suplentes a unos de los principales referentes y jugadores emblemáticos del Real Madrid, y por demás su capitán, el portero Iker Casillas.

Esto no gustó a los demás jugadores, ni a los fanáticos, y mucho menos a Casillas, quien ocultó su descontento afirmando que “es una decisión del entrenador y hay que acatarla”.

Desde que José Mourinho llegó hace dos años al Real Madrid implantó sus reglas y hasta obligó la destitución de uno de los hombres más allegados a Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid: el argentino Jorge Valdano.

Pero ese poder lo ha ido perdiendo y estamos seguros de que sus días en el Real Madrid están contados. Creemos que solo lo económico obliga a Florentino Pérez a mantener al luso en el equipo. Prácticamente nadie lo quiere, empezando por los socios y fanáticos del club.

A Florentino Pérez solo lo detienen para despedir a Mourinho que podría ser considerado un fracaso suyo, y que debe pagar unos 20 millones de euros por el despido del DT.

El sábado se reanudaron los entrenamientos del equipo y los socios presentes (más de siete mil) coreaban “Iker, Iker…” un apoyo al portero madridista y a la vez un repudio a Mou.

De lejos se ve que José Mourinho tiene los días contados en el Real Madrid.

Estamos casi seguros que en los octavos de final de la Champions el Real Madrid tendrá un nuevo entrenador en el banquillo.

¿Y usted, que opina?