Lo que se pensó podría ser el inicio de un entendimiento entre Miguel Vargas e Hipólito Mejía para la unidad del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) luego de su encuentro del viernes, parece diluirse, por las declaraciones y actitudes asumidas por ambos líderes al concluir la semana.
Apenas cinco días después de esa reunión en la residencia del general retirado José Miguel Soto Jiménez, Vargas advirtió que no haría acuerdo de aposento para modificar la sanción impuesta por la Comisión de Control y el Consejo Nacional de Disciplina a varios dirigentes del PRD.
¿Inflexible? Ayer, ante una propuesta de Mejía para que se integre una comisión de seis personas entre ambos grupos para que elabore el protocolo y la hoja de ruta que permitan discutir y solucionar la crisis que afecta a la organización, Vargas Maldonado también dijo que no.