Títulos definitivos, garantía y estabilidad a productores

Títulos definitivos, garantía y estabilidad a productores

La titulación definitiva de los terrenos de miles de agricultores sin acceso a financiamientos, “es un instrumento legal que les ofrece garantía, confianza, estabilidad y mayores oportunidades” para  lograr  mejores cosechas.

El título definitivo y  la provisión de créditos y tecnologías son los principales problemas a vencer por  los productores de la “Reforma Agraria”, que cumplió hace poco 48 años. Según el Instituto Agrario Dominicano (IAD), la entrega de ese documento a los beneficiarios de la distribución de tierras “es de alta prioridad” para ese organismo, que dice tener más de 100 mil asentados, a quienes  ha entregado 7,322 títulos definitivos, con una superficie de 370,661.72 tareas y  un valor estimado en RD$4,466,972,190. 

Además, esa institución dice que trabaja conjuntamente con los registradores de títulos de distintos lugares del país en la preparación  de mil 600 nuevos títulos definitivos,  los cuales serán entregados a parceleros asentados en la reforma agraria, con un estimado de 40 mil tareas,  un valor de RD$480 millones  y una carga familiar de 9 mil 600 personas.

Mientras  el Registro Nacional de Productores Agropecuarios, levantado en 1998 por el Ministerio de Agricultura, han entregado 8,400 títulos definitivos, 1,873 cartas constancias, 34,514 títulos provisionales a los parceleros de “Reforma Agraria”,  y hay 5,773 posesionarios de terrenos, de un total de 50,560 asentados.     

En tanto, en ese  documento figura que la reforma agraria tiene un área de 3.8 millones de tareas. El área total dedicada al cultivo de arroz era de 1.5 millones de tareas, de las que el sector privado tenía 850,532, y el resto estaba bajo el sistema de reforma agraria, según registra el capítulo 4 del libro Economía Agrícola, de Frank Tejada Cabrera. 

¿Por qué  tarda tanto la entrega de  títulos definitivos? La tardanza en la entrega de los títulos definitivos se debe principalmente a que gran parte de los terrenos distribuidos por la reforma agraria han sido captados mediante decreto presidencial que los declara  de utilidad pública y por instituciones del  Estado como el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y Bienes Nacionales,  y entregados al IAD. Hasta que el Gobierno  salde las deudas con los propietarios privados, los títulos  no serán  entregados al IAD. Pero también el  CEA retiene esos documentos hasta el pago de esas tierras por parte del Gobierno.

Este problema de la titulación no afecta sólo a los productores de reforma agraria, sino también a cientos de productores  privados que durante  años poseen fincas sin títulos. Para sacar un título definitivo o hacer deslinde generalmente tarda un año, dos y hasta más. Se puede agilizar cuando interviene alguna de las instituciones del Estado para agilizar la burocracia.  La decidia en la entrega de títulos a adquirientes de terrenos está también  enclavada en el CEA, en donde decenas de personas que han comprado terrenos hace varios años, no tienen sus títulos, a pesar de haberlos reclamado.

La entrega masiva de certificados de títulos a los parceleros se ha planteado en todos los gobiernos que ha tenido el país desde el inicio de la reforma agraria, pero solo recobra vigor  en los períodos electorales.

El derecho de propiedad sobre la tierra ha sido históricamente motivo de conflictos aquí y en el resto del mundo. El Sistema Torrens (1920) vino a organizar el registro de la propiedad inmobiliaria y de los derechos reales que puedan afectarla y es uno de los más exitosos en el mundo.

Pero en el país no ha sido posible organizar una estructura jurídica que ofrezca al propietario la seguridad de un derecho de propiedad coherente con los principios establecidos, dice  una publicación sobre el tema, de la Junta Agroempresarial Dominicana. El sistema funciona a través de un tribunal especializado: Tribunal de Tierras, que cuenta con los siguientes organismos: Tribunal Superior de Tierras, Jueces de Jurisdicción Original, Dirección General de Mensuras Catastrales, Oficina del Abogado del Estado, Registrador de Títulos y la Secretaría de Tribunal.

Beneficios titulación. Los derechos de propiedad tienen una gran importancia, no solo para los terrenos agrícolas, sino también para la preservación de los recursos naturales y la planificación del crecimiento urbano. 

Como la agricultura moderna necesita recursos financieros, el título de propiedad tiene una importancia capital para poder obtener créditos de la banca comercial. A los pequeños agricultores se les dificulta llegar a las fuentes de financiamiento formales, a causa entre otros factores, de la inexistencia de un título definitivo de sus predios.

Estos títulos de propiedad por sí solos no garantizan el acceso al crédito ni aseguran la inversión  en el terreno. Sin embargo, esos documentos son una condición necesaria, aunque no suficiente para inversión.

En el país casi la mitad de los productores privados no tiene un título formal de sus terrenos y la seguridad de la tenencia de los productores en la reforma agraria tiene muchos inconvenientes.

En esa categoría hay unos 7.5 millones de tareas, 474,800 hectáreas  (10%  de la superficie total del país). Las fuentes de crédito se resisten a financiar a los productores reformados, por los altos riesgos ligados tanto a la naturaleza de la producción como a poca capacidad para la recuperación de los préstamos, por lo que le ha tocado al Banco Agrícola, del Estado, financiar sólo a la reforma agraria.

La cifra

1,600 mil 600  títulos definitivos.  Es  la nueva cantidad de esos documentos en cuya preparación trabaja el IAD junto a  registradores de títulos de diferentes puntos del país para  entregas a parceleros asentados en la reforma agraria.

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Impacto titulación

De acuerdos a estudios hechos  por expertos en latinoamérica, la titulación tiene una gran incidencia en la economía agropecuaria. El crédito y la asistencia técnica sólo pueden combinarse para un óptimo aprovechamiento de los recursos, dentro del clima que proporciona la seguridad de posesión de un título de propiedad sobre la tierra que cultiva. Los agricultores que carecen de ese documento tienen problemas, entre los que sobresale el de la seguridad tenencial que impide el acceso a las fuentes de crédito, porque no hay forma de presentar las garantías colaterales que exigen los bancos. Además los programas de asistencia técnica base para el mejoramiento tecnológico)   no funcionan en la ausencia de títulos de propiedad debido a que esa asistencia viene unida al crédito supervisado por la aplicación de los paquetes tecnológicos. Por las falta de títulos surgen las disputas comunales, además en terrenos no titulados no se hacen grandes inversiones para  mejorar las fincas.

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